Luego de romperse anoche, las conversaciones entre los gobiernos nacional e indígena tras confirmarse que no habría garantías de atención, más de 400 personas entre mujeres y hombres de todas las edades amanecieron en la sede de la Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic) cantando y tomando aguadepanela.
Lo afirmó a Uniminuto Radio la vocera de la Onic, Silsa Arias, enfatizando en la esperanza que los anima, y que será indefinida hasta lograr respuestas del gobierno nacional a sus solicitudes de protección en el territorio chocoano.
Esta tarde continuará el diálogo en la Personería de Bogotá.
Y mañana se unirán a las manifestaciones de estudiantes y demás poblaciones que expresarán su resistencia por motivos como la falta de financiamiento, pero también por seguridad, como es el caso de los indígenas Embera y Zenú, quienes exigen protección frente a la situación de violencia y muerte que se presenta en regiones como Riosucio.
Al mismo tiempo la vocera Arias, expresó agradecimiento a los bogotanos por las mantas y alimentos cedidos. Lo hizo en nombre de los indígenas a quienes, como es evidente, no es fácil pasar los días en esta capital, tan diferente con su hábitat natural en Chocó. Más aún para personas mayores y los más pequeños.