Después de muchos ires y venires, dos grupos de empresas de distintas partes del mundo se disputan la realización del más anhelado proyecto de infraestructura en la ciudad: la primera Línea del Metro de Bogotá, una obra que ha despertado pasiones, polémicas y discusiones pero también ha sido el propósito conjunto de todos los capitalinos quienes lo piden a gritos ante la crisis de los sistemas vigentes de transporte como el SITP y Transmilenio.
Pero, ¿quiénes están detrás de los tres consorcios que aspiran a adjudicarse la construcción del Metro?, ¿qué experiencia tienen en la construcción de obras de este alcance? y ¿qué tanto están involucrados en casos de corrupción?
UNIMINUTO Radio desglosa uno a uno los interesados en el desarrollo del nuevo sistema que pretende movilizar más de 1,8 millones de bogotanos.
Consorcio 1: Metro de Bogotá
Este consorcio es operado por las empresas FCC Concesiones de Infraestructura de España, Carso Infraestructura y Construcciones y Promotora del Desarrollo de America Latina de México y cuenta con el respaldo de la empresa francesa Alstom Transport, el Ferrocarril Metropolitano de Barcelona (España) y el Metro de Medellín.
La empresa española FCC Concesiones de Infraestructura tiene un largo historial de 119 años en ejecución de obras civiles de distinta índole. Recientemente fue adquirida por el Grupo Carso de México, del cual tiene un 61% de control accionario desde el 2016, según su sitio web. Cuenta con presencia en 26 países incluyendo Colombia, en donde la empresa ha desarrollado gran diversidad de obras como túneles, carreteras, puentes y viaductos, infraestructura aérea, fluvial, marítima y terrestre, presas y plantas de tratamientos de aguas, edificios, gasoductos, oleoductos y lineas férreas, de las cuales 326 kilómetro de las 2.400 que ha construido, son correspondientes a líneas de metro.
Entre sus obras más destacadas están el Túnel de Coaltzacoaltos en México, que ha sido cuestionando por los altos sobrecostos que este proyecto generó por valor de 255 mil millones de dólares (más de 880 mil millones de pesos) y varias filtraciones en el que es considerado como el único y más grande túnel submarino de México y América Latina. También ha diseñado varias obras de infraestructura en Europa, Latinoamérica, Oriente Medio y Asia.
En Colombia, ha realizado la Planta de Tratamiento del Salitre, la Torre del Aeropuerto El Dorado y el Túnel de Toyo en Antioquia que se entregará en el 2024. En el tema Metro, han estado a cargo de los sistemas de transporte de Ciudad de Panamá, Rihad (Arabia Saudita), Barcelona, Madrid, Murcia (España) y Lima (Perú). Por el primero, esta empresa ha sido cuestionada por su alianza con la cuestionada empresa brasileña Odebrecht en la realización de la primera línea del Metro istmeño. También ha estado implicada en varios supuestos delitos de caracterización de obras publicas en el istmo y también en Nicaragua y El Salvador.
Carso Infraestructura y Construcción o CICSA es una empresa del Grupo Carso, el conglomerado empresarial más grande de México que lidera Carlos Slim y que tiene varios interés en diferentes sectores destacando el de telecomunicaciones (Slim es propietario de la compañía Claro). En el sector de infraestructura, esta empresa maneja el tema de desarrollo de vías, plantas de tratamiento, edificios residenciales y empresariales, plataformas para la explotación de hidrocarburos y redes de telecomunicaciones.
La Promotora del Desarrollo de América Latina es un división de IDEAL, una empresa del grupo Slim que se encarga del desarrollo de obras de infraestructura de vital importancia. En el tema de transporte, esta empresa ha manejado la construcción y operación de autopistas privadas y la construcción de Estaciones Multimodales en la Ciudad de México y varias ciudades del país azteca.
Este consorcio cuenta con el respaldo y asesoría del sistema ferroviario de la ciudad de Barcelona (España), que hace parte del grupo Transports Metropolitans de Barcelona, operador de la integración de transporte público propiedad de la municipalidad catalana y que ha estado implicada en varios escándalos que denuncia el portal Metrópoli Abierta, entre ellos la sobreoperación de sus buses articulados antiguos, aparentes actos de racismo, choques con los sindicatos y escándalos de corrupción.
Así mismo, es avalada por el Metro de Medellín, figurando como la cuota nacional en este ambicioso proyecto.
Consorcio 2: Transmimetro
Este consorcio es integrado totalmente por empresas provenientes de la República Popular China. Lo conforman China Harbour Engineering Company y el sistema Metro de la ciudad de Xi’An, a quienes se les integra la filial brasileña de la empresa ferrocarrilera china CRRC y la compañía europea de transporte Bombardier.
China Harbour Engineering Company (CHEC) es una división de la CCCC (China Communications Construction Company, Ltd.) encargada de la realización de obras de infraestructura de alto impacto dentro y fuera de territorio chino. Ha estado al frente de grandes proyectos de infraestructura naviera, construcción de carreteras, aeropuertos y sistemas ferroviarios, entre otros. En el tema Metro ha realizado los sistemas de transporte de las ciudades de Beijing, Shenzhen, Shanghai y Macao (China), Kuala Lumpur (Indonesia) y Singapur. Esta empresa ha sido sindicada de diversos escándalos de corrupción, deterioro ambiental e incumplimiento de contratos en países como Filipinas, Panamá, México, Jamaica y Bangladesh.
El Sistema Metro de Xi’an es operado por el Departamento de Transporte de la ciudad ubicado en el norte-centro del gigante asiático. Fue puesto en marcha hace ocho años, cuenta con 20 kilómetros de trayecto distribuidas en cinco líneas distribuidas por toda la ciudad y un costo de 2.24 mil millones de dólares. También opera varios sistema de metro en distintas ciudades de la nación china.
A estos proponentes, también se les suma las compañías CRRC, a través de sus subsidiaria ubicada en Brasil, y Bombardier, residenciada en España, quienes fabrican distintos tipos de trenes junto con sus componentes y sistemas de operación.