Luego de la última película de la saga Alien estrenada con Alien: Covenant (2017), dirigida por su creador, el director inglés Ridley Scott, le entrego al cine uno de los iconos más importantes, los xenomorfos, este ser antropomorfo extraterrestre y parasitoide ficticio que ha tensionado la gran pantalla por décadas
Desde la mítica Alien: el octavo pasajero, Scott le entregó al cine mucho más que un monstruo de otro mundo. Inició un universo junto a grandes mentes, para crear un mundo a partir de la imaginación del artista H. R. Giger, en compañía de Ron Cobb y Chris Foss, diseñaron los elementos alienígenas y humanos, inspirados en los legendarios diseños del historietista, ilustrador y escritor francés Moebius.
El silencio claustrofóbico del espacio no podía ser mejor ambientado que por Jerry Goldsmith, que estuvo a cargo de la composición de la banda sonora, que ofrece una atmósfera tan terrorífica como eficaz. Aliens Romulus se apropia hábilmente de elementos de todas las entregas para esta nueva película.
En 1986 el director norteamericano James Cameron dirigió Aliens: el regreso, consolidando a la franquicia como películas de culto, inyectándole acción a la historia, sin olvidar el suspenso característico de los xenomorfos, logrando un clásico instantáneo. También en 1992 David Fincher hizo su debut como director dirigiendo Aliens 3.
El director francés Jean-Pierre Jeunet dirigió la cuarta entrega, con características reconocibles en Aliens Romulus. Esta travesía por el tiempo y el desarrollo de este mundo parecía concluir con Prometheus (2012), y la nombrada Alien: Covenant (2017), pero no fue así.
Aliens Romulus se desarrolla entre la primera y segunda entrega, situando al espectador en este universo con detalles elegantes que le dan un inicio emocionante y versatilidad a la narrativa, introduciendo a nuevos personajes, pero con la esencia de todas las anteriores entregas, hasta con la estética futurista de Blade Runner (1982), en una de las colonias que se muestra en el planeta minero azotado por la esclavitud moderna.
Esta entrega presenta a colonos inconformes con la siempre tirana super corporación Weyland-Yutani, dueña de prácticamente todo, cuando Rain (Cailee Spaeny) deambula con Andy (David Jonsson), un guiño al personaje de Dillon (Charles S. Dutton en Alien 3), que se reúne con Tyler (Archie Renaux), su hermana (Isabela Merced), Navarro (Aileen Wu), y con el molesto Bjorn (Spike Fearn). Juntos, esperan robar tubos de hibernación para un largo viaje espacial y escapar de allí.
El director uruguayo Federico Álvarez hizo un gran trabajo con un guion coherente al lado de Rodo Sayagues, que permite percibir el alma del proyecto y el amor hacia la franquicia por cómo se desarrolló. Aliens Romulus encuentra un ritmo con un suspenso intenso y dosis de acción muy controladas, haciéndole honor a la primera entrega de la saga y revitalizando la franquicia con una Cailee Spaeny consolidada como una actriz multifacética y que se adapta muy bien a sus papeles, que hace más que creíble la lucha contra los xenomorfos que regresan para quedarse con una digna sucesora del grandioso personaje de Ellen Ripley (Sigourney Weaver).
La cinta, de la mano de la dirección de Álvarez, encontró un tono tan atractivo como respetuoso del trabajo de todos los directores que estuvieron involucrados con la franquicia, logrando sin duda, que este universo reviva el terror clásico de sentir que un monstruo acecha, el suspenso de que desde cualquier lugar puede atacar y la acción de sobrevivir a uno de los iconos más terroríficos en la historia del cine.
Hay que tener en cuenta que esta entrega está producida por su creador Ridley Scott y para degustarla es mejor ver todas las anteriores, pero si todavía no ha visto ninguna, esta es un buen punto de partida para conocer el universo Alien.
No se pierda una película hecha con cariño que va en contra de toda narrativa actual de los Blockbusters con el uso excesivo de CGI, como dijo su director Federico Álvarez: el cine debe sorprender y no todo debe ser creado por computadora.
Por favor, disfrútela.
