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[Crítica] ‘La historia de mi mujer’: una adaptación de la novela homónima de Milán Füst

Por: Daniel Rojas Chía

Desde la sensibilidad, dos cuerpos se encuentran para tomar la sensualidad como recurso y desnudar carencias emocionales que se desajustan por impulsos relacionados con una lógica que puede nunca ha existido, pero que justifica todo acto de amor propio llevado a la culpa pasajera de otra persona, casi siempre impregnada de efectos desconocidos que se muestran atractivos en la desolación del momento que ya pasó.

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La directora húngara Ildikó Enyedi, desarrolló una adaptación de la novela homónima de Milán Füst que trata sobre Jacob (Gijs Naber), capitán de un barco de largas travesías, que un día hace una apuesta con un amigo en un restaurante, consistente en que se casará con la primera mujer que cruce la puerta. Entonces entra Lizzy (Léa Seydoux), justo el momento cuando todo comienza a pasar.

Esta película está ambientada en la Europa de los años veinte del siglo pasado, con la cinematografía clásica de Marcell Rév, que adapta de una bella manera las actuaciones de estos dos personajes que por dos horas y cuarenta y dos minutos se adentran en su interior para luego salir, convencidos de lo que sigue a continuación. Las relaciones, los conflictos, las mentiras del otro y las auto infringidas, la traición y la justificación de la existencia encuentran una corriente desde el romanticismo hacia la carencia del otro y el singular olvido que toda persona al parecer afronta en algún momento.

Según la directora en una nota de producción, dijo: Consigues un regalo. Una caja pequeña y bonita, elegante. Pero herméticamente cerrada. Es tuya. Puedes verla cada día en la repisa de tu chimenea. Pero ¿para qué, si no puedes abrirla? Lo intentas primero delicadamente. Luego con un cuchillo. Cuando trae el martillo te das cuenta de que la destruirías. Algunos días finges no estar interesado. Luego admites que darías cualquier cosa solo por mirar dentro por un segundo. Lentamente, esa pequeña caja te volverá loco… Esta es una película sobre el amor, la pasión, el drama, la aventura, sobre los mil colores de la vida – una historia descaradamente emocional sobre lo que significa ser un hombre, lo que significa ser una mujer, lo que significa ser humano.

Este es un drama que funciona para proponer amalgamas sobre una supuesta inmadurez que conduce al desconcierto, con una amable incertidumbre que la directora lleva sin prisa, explotando casi por completo la sensualidad de Lizzy y todos los límites de Jacob.

El mar como símbolo de refugio, se muestra durante toda la cinta hasta que Jacob decide salir de él y cometer al parecer, los mismos actos que sospecha en su esposa. Esa duda hace que viaje por latitudes que nunca habitó, entregándose a conflictos que cree impulsan su vida.

La cinta de Ildikó Enyedi es atractiva y visualmente pertinente con la historia y su recreación, pero falla en sus diálogos y al ser demasiado fiel a su adaptación, resulta muy larga para su propósito. En ocasiones carece de argumento y da la sensación que todo son ocurrencias y momentos que parecen desconectados, perdiendo por momentos ritmo y definición.

Todos estos dilemas detonan al final cuando la vida resulta ser una rutina como medio de aprendizaje a través de experiencias propias, donde el romanticismo existe bajo estamentos establecidos que dictan lo que está bien y está mal en el marco del querer amar y poder aguantar ese amor, que no logra encajar por completo y que irónicamente puede ser verdadero pero que no encuentra la forma que busca.

Una cinta exigente para el espectador en varios aspectos, pero con muchas maneras de disfrutarla como propuesta de cine diferente y con un buen diseño de producción, que transporta a la época que propone. Una película sobre la vida misma y su ausencia cuando nos olvidamos de nosotros mismos en razón de otra persona, hasta que no haya artilugio que valga para ocultar el más grueso error o traición. Puede que para el público en general sea lenta, pero es un disfrute cinematográfico. Vale la pena.

| Nota del editor *

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