Durante años se creyó que el descubrimiento de los restos del famoso barco que se hundió en su primer viaje en el fondo del océano en 1912 había surgido de una misión científica. No obstante el ex comandante de la Armada, Robert Ballard reveló para CNN que la Armada le ofreció los fondos y la oportunidad de buscar el Titanic, pero solo si primero exploraba el USS Thresher y el USS Scorpion, dos submarinos nucleares estadounidenses hundidos en la década de 1960.
Ballard añade que “Sabíamos donde estaban los submarinos. Lo que querían que hiciera es que regresara ahí y que los rusos no me siguieran, porque estábamos interesados en las armas nucleares que estaban en el Scorpion, además de lo que los reactores le estaban haciendo al medio ambiente”.
Cuando el equipo del ex comandante terminó de explorar los dos submarinos nucleares, reveló al medio de comunicación que solo le quedaban 12 días para la búsqueda del Titanic. El barco de los sueños que se hundió en el fondo del Atlántico Norte a una profundidad de 3.600 metros, fue la excusa perfecta para crear una cortina de humo pues la prensa y los ciudadanos eran totalmente ajenos a lo que estaba pasando.
“Cuando encontramos el Titanic, estábamos muy emocionados, naturalmente, porque fue un trabajo duro. Lo conseguimos, marcando el gol de la victoria al momento del pitido final”, concluye Ballard.
Este barco, propiedad de la compañía White Star Line, comenzó a construirse el 31 de marzo de 1909, y su fabricación duró tres años. El presupuesto total de la construcción del barco ascendió hasta los 10 millones de dólares, procedentes de los fondos de la compañía y de inversiones como la del banquero estadounidense J.P. Morgan. Finalmente 2.200 personas repartidas en tres clases viajaban a bordo y aproximadamente 1513 personas fallecieron por hipotermia o ahogamiento tras el colapso de la nave.