Katherine D. Arbuthnott, una de las autoras de la investigación señaló que, los resultados obtenidos concluyen que estar en espacios naturales y verdes, mejora considerablemente el estado de ánimo, por lo que se deben proteger mejor estos espacios, no solo por el cuidado y la protección al medio ambiente, también por lo vital que resulta para el bienestar de los seres humanos.
La investigación desarrollada en la universidad canadiense de Regina, por el departamento de psicología llegó a la conclusión que 300 segundos pueden marcar la diferencia para tener una salud emocional positiva si, se está rodeado de naturaleza.
El estudio de realizó con 123 participantes, quienes tenían que describir su bienestar hedónico y emocional autotrascendentes, aspectos de nuestro estado de ánimo que incluyen desde la sensación de aumento de placer y disminución del dolor a emociones como la empatía y el afecto, antes como después de pasar cinco minutos en un parque sin distracciones externas.
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Concluye Arbuthnott que, “Resultaría muy útil saber si exposiciones más prolongadas o el tiempo que pasamos en áreas naturales más amplias influyen de manera diferente en nuestras emociones. Tampoco sabemos demasiado sobre cuánto duran los efectos de esas pequeñas inyecciones de energía. Sí sabemos, sin embargo, que sus beneficios se observan a lo largo de todas las estaciones ya que parte de las investigaciones se han llevado a cabo en invierno”.