Ayer la Administración de Medicamentos y Alimentos de EE.UU (FDA) dio a conocer 2 casos de personas que fallecieron después de recibir la vacuna contra el coronavirus de Pfizer, sin embargo la institución aclara que la vacuna es efectiva en un 95% y la mayor efectividad inmunológica aplica desde el día 10 posterior a la aplicación de la primera dosis.
Cifras durante los ensayos de la vacuna
El informe de la FDA aclara que las víctimas eran mayores de 55 años, una de ellas sufrió un infarto 60 días después de recibir la segunda vacuna mientras que la otra tenía obesidad y arterioesclerosis pre existente, pero su fallecimiento fue a causa de la segunda enfermedad.
Aunque la vacuna será sometida a análisis el próximo jueves por un panel de científicos independientes para corroborar si la vacuna es suficientemente segura y efectiva, Pfizer todavía no tiene suficientes datos para evaluar el efecto de la vacuna en menores de 16 años, embarazadas y personas con inmunodeficiencia.
Hasta el momento se sabe que los efectos más comunes de la vacuna en los 44.000 voluntarios fueron fatiga (62,9%), dolor de cabeza (55,1%), dolor muscular (38,3%), escalofríos (31,9%), dolor articular (23,6%) y fiebre (14,2%).
El informe también expone que después de un mes de aplicada la segunda dosis en 38.000 personas, 25 presentaron infecciones, 15 desordenes en el sistema nervioso, 14 desordenes cardiacos, 8 desordenes gastrointestinales, 5 desordenes renales, 5 desordenes respiratorios, 5 desordenes vasculares, entre otros casos con menor población afectada en otras áreas del cuerpo.
Sobre la vacuna
Los coronavirus son una familia de virus envueltos en ARNsc (+) que codifican cuatro proteínas estructurales, una de ellas es la S, clave de los anticuerpos neutralizantes y, por lo tanto, un antígeno importante para el desarrollo de vacunas. El coronavirus ingresa a las células humanas donde se replica causando enfermedad y posteriormente se contagia a otras personas, pero los anticuerpos contra la proteína S pueden bloquear la unión de la virus a las células y prevenir la infección viral. La vacuna Pfizer-BioNTech COVID-19 es una vacuna profiláctica, es decir que es efectiva y esencial para prevenir el COVID-19 causado por la infección por SARS-CoV-2, pero no genera protección cruzada contra otros virus e infecciones de alto riesgo. Esta se administra por vía intramuscular mediante una solución de vacuna diluida de 1,5 ml. Primero se aplica una dosis y 21 días después se aplica la segunda, sin embargo la vacuna debe preservarse en un congelado de entre -80ºC y -60ºC sin conservantes y para su uso debe descongelarse con 1,8 ml de cloruro de sodio inyectable estéril al 0,9% antes de su administración y después de diluida la vacuna esta tiene una caducidad de 6 horas.
No hay que bajar la guardia
Debido a la urgencia de los países por desarrollar una vacuna que contrarreste los efectos del covid-19, el laboratorio Pfizer todavía no ha terminado de estudiar la efectividad y efectos secundarios de la vacuna en ciertos sectores de la población.
En ese sentido June Raine, directora ejecutiva de la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA) recomienda a los pacientes con un historial de reacciones alérgicas de alimentos, componentes químicos o vacunas a abstenerse de aplicarse las dosis ante la respuesta adversa que tuvieron dos personas con alergias después de vacunadas.
Por lo tanto, es importante seguir manteniendo las medidas de seguridad para no contraer el virus, no solo por la falta de estudios sobre la vacuna, sino por la escasez del medicamento a nivel mundial, el cual será principalmente aplicado prioritariamente a los trabajadores de la salud, adultos mayores y pacientes de alto riesgo, poniendo al resto de la población en espera.