Por: María José Mateus
Este año en Bogotá, al igual que en ediciones anteriores, se centró en fomentar la utilización de alternativas de transporte más amigables con el medio ambiente, como la bicicleta, el transporte público y el uso compartido de vehículos.
En 2023 se registró una mayor participación de ciudadanos dispuestos a dejar sus vehículos en casa y a optar por opciones más sostenibles, para hacer uso de la bicicleta como medio de transporte. Por eso se habilitaron más ciclovías temporales y estaciones de alquiler de bicicletas, lo que permitió a miles de personas pedalear por la ciudad.
La reducción de la contaminación del aire es uno de los principales objetivos del Día Sin Carro y Sin Moto.
Según el Observatorio Ambiental de Bogotá, durante esta jornada se observó una disminución significativa de los niveles de contaminantes atmosféricos, pues se dejaron de emitir más de 7.600 toneladas de C02, una reducción del 57 % de las emisiones generadas en un día en la ciudad.
Aunque el Día Sin Carro y Sin Moto es un evento positivo en muchos aspectos, también enfrenta desafíos, como la necesidad de mejorar la infraestructura para ciclistas y el transporte público a largo plazo, así como fomentar un cambio cultural en la ciudadanía hacia alternativas de movilidad más sostenibles.
Es una promoción de la movilidad sostenible y la concienciación sobre la importancia de reducir el uso de estos medios que se han convertido en indispensables en la circulación de los ciudadanos. Eventos como este desempeñan un papel crucial en la construcción de un futuro más limpio y sostenible para Bogotá y sus habitantes.