Por: Alexandra Lozano.
La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) es una organización no gubernamental que tiene como objetivo la defensa de la libertad de prensa y promover un clima óptimo para que quienes ejercen esta profesión puedan brindarle a la ciudadanía el derecho a estar informados. En no pocas ocasiones la FLIP se ha pronunciado ante los comentarios del presidente de Colombia; es el caso del comunicado del 12 de mayo de 2023 en donde lo acusó por “atacar de manera reiterada” a los medios de comunicación, pues hasta el 11 de febrero de 2023 habían contado 34 trinos del presidente Petro contra los medios de comunicación. El mandatario contestó que estaba en todo su derecho de defenderse y de hacer lo propio con su gobierno. Si bien la FLIP les ha sugerido a los medios de comunicación evaluar sus prácticas periodísticas, considera que quien las juzgue no debe ser el presidente.
Para resolver algunas de estas inquietudes, DATÉATE habló con Juan Pablo Madrid, integrante de la FLIP, abogado con experiencia en derechos humanos y quien ha trabajado con comunidad privada de la libertad. En Temblores ONG hizo parte del equipo encargado de investigar asuntos relativos a habitantes de calle, movilización social y violencia policial. En 2019 ingresó a la FLIP como investigador para explicar el impacto de emisoras del Ejército en lugares con alta incidencia del conflicto armado. En julio de 2020 asumió la coordinación del Centro de Estudios de Libertad de Expresión, una dependencia de la FLIP dedicada a la investigación, a procesos de formación y ciertos temas de incidencia coyuntural según sus líneas temáticas.
Alexandra Lozano (A.L): Gustavo Petro es un presidente mediático, de hecho, la periodista María Paula Ramírez en Canal Capital, en una entrevista a Jonathan Bock, director Ejecutivo de la FLIP, y a Ana Bejarano, directora del Veinte y columnista de Los Danieles, mencionó que, a diferencia de los otros presidentes, Petro se ha presentado en los distintos medios de comunicación y ha dado su opinión ante estos de manera más recurrente: ¿cree usted que esta ha sido una acción favorable o desfavorable? teniendo en cuenta que, aunque el pueblo conoce sus discursos, también se ha generado una ola de ataques en contra de medios y periodistas debido a la influencia que tiene el presidente en la ciudadanía.
Juan Pablo Madrid (J.P.M): Yo creo que en principio es favorable que el presidente y en general los funcionarios públicos atiendan al llamado y a las preguntas de los medios de comunicación, no lo veo como un problema. Creo que es lo deseable en una democracia. Que Petro permita que su voz sea escuchada en diferentes medios y cómo eso pugna con mensajes que ha enviado en contra de algunos de ellos, son dos niveles. Por un lado, está el análisis respecto a que el presidente aparezca o no en los medios de comunicación, que es un deber de transparencia en el marco del ejercicio activo de darle información a la ciudadanía; del otro lado están las formas de decir lo que piensa o cómo actúa cuando se refiere a los medios de comunicación.
A.L: algo relacionado con la pregunta anterior y es que en varias ocasiones la FLIP ha señalado que Petro, aun antes de ser presidente, “estigmatiza y genera un clima de violencia” contra ciertos medios, ¿Qué opinión tiene frente a este tema, y si tiene algo en relación con lo que acaba de decir?
J.P.M: sí, el llamado justamente ha sido para que el presidente, sea Petro o quién tenga ese cargo, entienda que tiene el deber constitucional de garantizar un sistema favorable para el ejercicio de la prensa, lo que no significa que no pueda criticarla, que no se puedan elevar las solicitudes de rectificación, que es el curso regular, cuando así lo amerite; sin embargo, cualquier funcionario público tiene el deber de tolerancia a la crítica y de garantizar las condiciones óptimas para el ejercicio periodístico; reitero, eso no significa que a los medios de comunicación no se les pueda exigir transparencia o no se les pueda corregir, simplemente un funcionario de la estatura del presidente debe cuidar mucho las formas y las palabras que utiliza y no hacerlo a través de Twitter, su medio preferido.
A.L: los medios de comunicación hegemónicos cuyos dueños son personajes o familias influyentes en Colombia han mostrado una inclinación política que no va de la mano con el Gobierno actual, ¿cree que esto ha interferido en la discrepancia existente entre los medios de información y el presidente? (Como prueba, inserto tuit de Gustavo Bolívar)
J.P.M: creo que sin duda hay muchos medios de comunicación a los que les falta ejercer cierta transparencia entorno a sus líneas editoriales, que en algunos momentos hace complicada esa relación entre prensa y Gobierno, sin embargo, hay aspectos distintos a tener en cuenta. Una parte del análisis son los medios de comunicación, particularmente aquellos que sus dueños son personajes poderosos, llámese Grupo Ardila Lule, Grupo Santo Domingo, Grupo Gilinski, etcétera. Otra arista es cuando entran a jugar los intereses que hay detrás de los medios de comunicación que generan cierta pugnacidad con el Gobierno, en particular con este. En muchas de las denuncias que Petro ha hecho o a las que se ha referido en este sentido, no me hacen pensar que sea un ejercicio de parte de los medios con el fin de entorpecer su Gobierno o demás, porque creo que es la responsabilidad de la prensa, hacer control político, hacer veeduría. Petro puede estar o no de acuerdo con lo que se dice allí, pero para eso hay unos canales institucionales a los que se puede remitir.
Para redondear, sin duda hay un problema de concentración de los grandes medios de comunicación en grupos económicos, eso tiene consecuencias, por ejemplo, en lo que le informan a la gente. Por otro lado, está el deber del periodismo de hacer control y de los medios de comunicación de ser transparentes con sus líneas editoriales. Hay medios de comunicación donde es evidente su narrativa o el lado al que apuntan, y no lo dicen, y eso es más que un problema de objetividad porque ese es un concepto que riñe con la realidad y que se discute en las facultades de comunicación: lo que se necesita es claridad y transparencia, y si los medios tienen cierta posición, cierta línea editorial, lo conveniente es que lo digan, que lo hagan saber e informen acorde con eso.
Sin duda hay criterios de veracidad que deberían regir el estándar periodístico, pero las formas y cómo la institucionalidad hace esos reclamos es importante, y no se trata de defender a los medios hegemónicos, sino porque en general el ambiente para la prensa y la libertad de expresión, sobre todo en el periodismo local y regional, que es mucho más susceptible, en últimas también se ven afectados por esos mensajes. El mensaje, en últimas, no es “no critique a la prensa”, sino utilice los canales adecuados, o sea consciente de la posición de poder que tiene y de los deberes constitucionales que le asisten.
A.L: quiero ser muy concisa con la pregunta, ¿para usted la inclinación política de los medios hegemónicos no tiene que ver con la discrepancia que hay entre estos y el Gobierno actual?
J.P.M: más o menos, yo creo que los medios de comunicación que tienen cierta línea editorial, que están del lado de un ala política o de la otra, deben ser transparentes para informarle a la ciudadanía sobre este aspecto, pero eso en principio no es el problema, pues por más de que a mí no me guste la forma en que cierto medio de comunicación haga su trabajo, las posturas que defiende o que promueve, el hecho es que la libertad de prensa y de expresión son derechos universales, que se les tienen que garantizar a todas las personas. Ahora sí, hay un nivel en el que se puede criticar o cuestionar lo que hacen los medios de comunicación y ciertos periodistas, pero el gobierno no ha contribuido para que se apacigüe la pugnacidad; todo lo contrario, porque Petro en reiteradas ocasiones insiste en hacer llamados que algunas veces pueden estar equivocados, o en lo correcto en otras, pero como presidente de la república tiene ciertas limitaciones en la forma en la que eso se hace, ¿sí fui más claro?
A.L: sí, ahora sí. ¿Cómo califica usted las portadas de la Revista Semana de los Gobiernos anteriores (de derecha), en comparación con las portadas del Gobierno de Petro (izquierda)? Tal es el caso de la portada con la fotografía de Iván Duque y un titular que dice: Año de aprendizaje, en contraste con un mapa de Colombia en zona roja y el titular Colombia va mal. O para hacer la comparación más similar, el caso de la portada “¿Qué le pasa a Petro?” cuando llevaba 6 meses en la alcaldía de Bogotá?
J.P.M: bueno, esta es mi opinión, porque la FLIP institucionalmente no entra a calificar la forma del periodismo que se hace. Yo creo que hay una disparidad grande en cómo Semana ha cubierto al presidente Petro y que da cuenta de la línea editorial que defiende. ¿Qué están en su derecho? Sí. ¿Qué es cuestionable? Para mí lo es completamente, pero si se hace una observación de medios y de la forma en que se cubre una cosa y otra, sin duda, es notoria la disparidad y tal vez injusta.
A.L: ahora, tratando ese tema de los tipos de periodismo que se hacen y que usted nos cuente que la FLIP no entra a catalogarlo o a evaluarlo, me genera una inquietud: ¿por qué la FLIP no interviene para hacerles recomendaciones a los periodistas cuando se exceden en comentarios xenófobos, racistas, homofóbicos o cuando mienten deliberadamente?
J.P.M: la FLIP sí lo ha hecho, de hecho, yo hace poco tiempo, tal vez un par de años, creamos una guía en conjunto con ACNUR, La Agencia de Naciones Unidas Para Los Refugiados, donde damos una serie de pistas con las que se quiere evitar lenguaje estigmatizante y xenófobo, particularmente contra la población migrante en Colombia. También, antes de la elección presidencial hicimos una cartilla en conjunto con Dejusticia, otra ONG, donde se planteaban varios puntos, entre estos las desigualdades. La FLIP no es una organización inconsciente de los problemas de la realidad, todo lo contrario. El no juzgar los contenidos editoriales es una política nuestra en aras de mantener esa objetividad, porque la FLIP lo que hace es proteger un derecho, no proteger a X periodista o a X medio, sino su derecho a que pueda ejercer su labor que, por supuesto, hay aspectos por los que nos preguntamos, de los que discutimos internamente, esa es la razón del por qué no se señalan estos contenidos estigmatizantes.
Además, está la sociedad civil, las facultades de comunicación, que tienen un gran papel y que no han cumplido realmente, ahí es donde deberían entrar a juzgar esos contenidos, porque la FLIP nació con el propósito de proteger periodistas que son amenazados, asesinados, y ese sigue siendo nuestro foco. Hay condiciones políticas coyunturales del periodismo muy diferentes y eso por supuesto plantea unos retos, como recibir críticas legítimas, esa es la razón. Por mi parte condeno cualquier conducta racista, xenófoba o discriminatoria emitida en cualquier medio de información, sean redes sociales, medios de comunicación y demás, es un asunto que sin duda tenemos en la cabeza.
A.L: comentarios xenófobos y racistas dirigidos por los medios de comunicación ha sido un tema tratado en varias ocasiones; de hecho la vicepresidenta Francia Márquez en varias ocasiones ha criticado a algunos medios de comunicación, a quienes tilda de tendenciosos y mentirosos, pues cuestionan su vestimenta o cómo se expresa, como los sesgos y estereotipos racistas sobre su viaje a África por parte de la periodista María Andrea Nieto, directora del programa El Control y Columnista de la revista Semana. Por otra parte, también está el comentario que le hizo la periodista Paola Ochoa en Mañanas Blu a la embajadora de Colombia ante la ONU y líder indígena, Leonor Zalabata Torres, cuando le preguntó: “¿usted sabe inglés?” ¿Ahí la FLIP hubiese podido interferir o no es necesario señalar estos hechos?
J.P.M: no creo que no sea necesario señalar, de hecho, sí es necesario hacerlo, aunque de nuevo, parte de la misión de la FLIP es proteger el derecho a la libertad de prensa. Nosotros actuamos cuando hay una amenaza, una agresión a la libertad de expresión o a la libertad de prensa, por eso es que no hemos salido abiertamente a condenar estas conductas, por más de que creo que eso es sumamente reprochable y que la ciudadanía tiene todo el deber y toda la posibilidad de exigir que este tipo de cosas cambien. También los medios de comunicación, en ese deber que tienen de autorregulación, deben mirar qué está pasando y porqué estas cosas se permiten.
A.L: bueno, ¿es decir que ustedes no señalan estos hechos en contra de estos medios porque la función de la FLIP es proteger la libre expresión por parte de periodistas y medios de comunicación?
J.P.M: Sí.
A.L: ¿cree que el fanatismo por una inclinación política puede llevar a ataques en contra de medios y periodistas, incluso pasando los límites de la intimidación, como en el video de la periodista Camila Zuluaga junto a su familia?
J.P.M: sí, por supuesto, creo que ahí está el quid del asunto, y porqué es tan importante que las voces públicas ayuden a que esto no suceda. El caso de Camila Zuluaga es un ejemplo. En marchas del sector uribista han agredido a periodistas alternativos, y eso ha ocurrido también en otros casos. Entonces sí, porque aupar esas emociones de confrontación en contra de periodistas puede generar excesos y muchas veces los periodistas afectados por esta violencia son trabajadores, que no tienen la responsabilidad directa de lo que dice el jefe y por lo que la gente está molesta, allí hay una línea que todavía no se entiende, y es que la violencia en contra de cualquier persona no es aceptable y por supuesto menos o en igual medida en contra de un camarógrafo o un reportero que está haciendo su trabajo de cubrir una situación, es algo lamentable que sucede.
A.L.: ¿qué opina respecto a la red social X (antiguo Twitter) como medio de comunicación del presidente Petro? Relación que mencionó Gustavo Bolívar.
J.P.M: a mí en lo particular no me gusta, y eso que yo voté por este Gobierno. Me parece que por la responsabilidad política y pública que tiene un personaje como el presidente de la república, debería haber muchísima más prudencia y mesura en la forma en que se comunica, creo que ahí está el quid del asunto. No es porque sea Petro en particular o cualquier otra persona, sino por su función pública. No me gusta ver correrías de cien tuits en torno a un tema, que generan confusión y problemas, incluso al interior de sus propias comunicaciones. En el Gobierno Nacional un presidente debería utilizar esos canales de otra forma, aunque también él está en su derecho.
A.L: sí porque X es una red social que no tiene censura, entonces todo lo que se diga puede ser un dilema. ¿Cómo cataloga usted la manipulación del video original del discurso del presidente Petro en la 78 Asamblea General de las Naciones Unidas por parte del equipo de comunicaciones de presidencia el pasado 19 de septiembre, en el que se anexan imágenes tomadas del momento posterior del discurso de Joe Biden?
J.P.M: Es un error muy bobo hacer ese tipo de cosas, a mí en lo personal me tiene sin cuidado para serte sincero. Creo que puede ser problemático en la medida en que le pinta una situación a la ciudadanía que no se ajusta con la realidad, pues más allá de eso no creo que tenga tanta relevancia en últimas.
A.L: para ser honestos, el presidente ha sido uno de los más críticos con la información brindada por los medios de comunicación y esta acción puede ser contradictoria con lo que él dice, pues no puede ser un error que no a cualquiera le pasa; esa situación fue intencional porque hubo un video editado, y manipularlo tiene un trabajo, que, aunque no es relevante para su Gobierno, es una crítica a lo que él critica.
J.P.M: sí, estoy de acuerdo, creo que se ganaron una discusión innecesaria.
A.L: ¿cuál es su perspectiva frente al Decreto 1702 de 2023, que fue expedido el pasado 19 de octubre, que impedía la libertad de prensa en el cubrimiento de las elecciones este domingo 29 de octubre?
J.P.M: lo que ocurría con ese decreto es que tenía unos artículos problemáticos que restringían el trabajo de la prensa, como el uso del celular, cuando hoy en día, creo que pocos periodistas no lo usan para hacer registros. También había un tema con respecto a la información de orden público, que se emitía siempre y cuando se tuviera la voz oficial o se hubiera confirmado el hecho, y eso es problemático. El Ministerio del Interior finalmente se reunió con nosotros e hizo unas aclaraciones respecto del contenido de ese decreto que paliaron la situación. El decreto 1702 no nació en este Gobierno, y lo han sacado en administraciones anteriores, lo cual ocurrió en las elecciones regionales de 2019, y para las legislativas y presidenciales. Esto es algo que la FLIP ha alertado desde que ocurre, directrices que son complicadas en materia de prensa porque obstruye la posibilidad de los periodistas de hacer su trabajo de forma normal. Finalmente, el Ministerio del Interior se reunió con nosotros y sacó una aclaración al respecto.
A.L: durante el último debate a la Alcaldía de Bogotá, organizado por El Tiempo, Gustavo Bolívar se exaltó porque consideraba que los medios de comunicación siempre le preguntaban lo mismo en relación con La Primera Línea. Un hecho similar fue el de Francia Márquez con el helicóptero, cuya respuesta generó polémica porque se mostró indignada: ¿este tipo de preguntas pueden tener doble intención, hacen parte de la comunicación, están mal, pueden ser ataques en contra de los funcionarios públicos, o qué análisis haría de este tema?
J.P.M: a mí en lo personal los debates no me gustan mucho porque creo que no terminan de aportar información valiosa, y se convierten en un ejercicio de buscar rencillas entre candidatos, o posicionar estos temas polémicos. Los medios de comunicación están en todo su derecho, y uno entra a valorar la forma en que eso está sucediendo. Yo no vi la reacción del candidato Gustavo Bolívar en vivo, me dijeron que estaba molesto, yo entiendo que también puede tener sus emociones y la forma como ve las cosas. Creo que es un problema cómo se ha planteado este tipo de debates, pero su responsabilidad y su rol público plantean unas restricciones y limitaciones frente a la forma en la que expresa su inconformidad.
A.L: más allá del debate, ¿qué piensa usted de que los medios de comunicación sean reiterativos con un tema en contra de los funcionarios públicos del Gobierno actual, por ejemplo, la relación de Gustavo Bolívar con La Primera Línea y Francia Márquez con el helicóptero?
J.P.M: en lo personal no me gusta, considero que el tema de Francia y el helicóptero parte de un sesgo racista, reconozco eso completamente, es irresponsabilidad de los medios de comunicación: ellos tienen derecho a consultar temas y a preguntar por las relaciones de los funcionarios públicos, y la ciudadanía también está en su derecho de reclamarlo como incorrecto. Mi opinión es que no me gustó el cubrimiento que se hizo del asunto del helicóptero y todo lo que suscitó; creo que es equivocado, pero así a mí no me guste tienen derecho a hacerlo.
A.L: ¿cree usted que hay una batalla entre medios de comunicación y el Gobierno actual?
J.P.M: creo que llamarlo batalla es duro, sin duda hay un ambiente de hostilidad de ambas partes y esto no es achacable a uno u otro actor. Los medios de comunicación tienen un poder, acá hago la salvedad, medios de comunicación masivos, que hacen parte de esta cadena de poderes que tienen una gran responsabilidad e influencia en la sociedad. Por otra parte, hay un Gobierno, o más bien un presidente, que se defiende con los dientes, que creo que también se ha equivocado un montón en la forma en que lo hace. Acá hay algo, y es que cuando uno habla de los medios de comunicación debe precisar a cuáles hace referencia, porque los medios de comunicación son mucho más que Caracol, RCN, Semana, etcétera, también es la emisora comunitaria que trabaja en Chigorodó.
Sin duda hay un entorno de pugnacidad y en últimas esto le hace más daño al periodismo, sobre todo al de calidad. En Colombia hay gente comprometida que hace muy bien su trabajo y sin quererlo termina metida en esa generalización de ser malo o mala periodista. En últimas también pierde la ciudadanía en la medida en que no accede a información en la que realmente pueda confiar. Yo odio utilizar la palabra polarización, pero creo que estamos en un ambiente en el que cada vez las personas son más susceptibles de caer en sus propios sesgos y en la desinformación, aunado a las redes sociales y a la manera como se distribuye la información, además de informarse de acuerdo con lo que quieren ver y no a lo que sucede, y creo que ese es un problema achacable a casi todos los seres humanos, casi todos tenemos nuestros sesgos, prejuicios y demás; el problema se da cuando desde el Gobierno, los medios y las redes no se aporta para aplacar esa situación. Ahí entra en juego algo fundamental y es el papel de las audiencias, pues cada persona debe saber qué información necesito, cuáles son mis sesgos, qué es desinformación, cómo identificar la desinformación, incluso saber quiénes son los dueños de los medios de comunicación, qué intereses hay detrás, creo que en últimas esa es la respuesta o el camino en el que hay que ahondar, y ahí la FLIP le está metiendo un poco el diente.
A.L: teniendo en cuenta esa respuesta, si bien es cierto que los medios de comunicación no sólo son Caracol, RCN, entre otros hegemónicos, también hay medios de comunicación independientes y comunitarios, ¿considera usted que el Gobierno Petro tiene diferencias es con aquellos medios hegemónicos, en los que sus dueños son personas con inclinaciones políticas distintas a las suyas, o las discrepancias son con todos los medios?
J.P.M: si uno quisiera resumirlo la respuesta es sí. Para mí es muy difícil generalizar y decir que todo el trabajo de un medio está en función de ir en contra del Gobierno Petro, pero creo que sí se puede resumir en que las diferencias se dan con los medios hegemónicos. También es la lucha por el relato y varias visiones del mundo que son distantes. Por otra parte, está esa pugna que produce el poder económico.
A.L: para terminar, me gustaría saber, ¿Cómo cree que podrían mejorar las discrepancias entre el Gobierno Petro y los medios de comunicación?
J.P.M: yo creo que es complicado, pero parte de la voluntad de los medios de comunicación, del Gobierno y del presidente. Por el lado de los medios se puede mejorar atendiendo las críticas y asumiendo los errores, haciendo un ejercicio efectivo de autorregulación a fin de comprometerse justamente con comunicar lo que es y tener en el horizonte los criterios periodísticos que eviten esos lenguajes redundantes, escandalosos, el unifuentismo como le dicen por allí, y si esas informaciones efectivamente afectan a un Gobierno, pues es lo que tienen que hacer, el periodismo no está tampoco para aplaudir a nadie y un presidente debe afrontar esta situación, que por su posición pública, debe tener mayor tolerancia a la crítica, y entender que además tiene restricciones a su propia libertad de expresión, pues no puede andar diciendo lo primero que les salga de la cabeza, justamente por ese poder que detenta, por esa responsabilidad pública. Para redondear, creo que es un asunto en el que medios de comunicación, gobierno y funcionarios, tienen que poner de su parte, aceptar que hay errores, que hay cosas que no deberían estar ocurriendo y la ciudadanía cada vez debe tener un rol más preponderante en cómo se informa y en lo que les exige a los medios de comunicación.
Las redes sociales juegan un papel importante, especialmente Twitter, un espacio sin censura y uno de los más utilizados por personas y entidades con gran influencia social. Todo lo que se diga en una red social puede ser usado a favor o en contra, por eso es que antes de tuitear, debemos analizar la situación y qué tanto nos puede afectar hacer pública una idea, especialmente en el caso de personas con una importante responsabilidad social, como funcionarios públicos y periodistas.
Los aportes de Juan Pablo Madrid permiten aclarar el rol que cumple la FLIP entre los medios de comunicación y el Gobierno, y las políticas que promueve esta organización con el fin de velar por la Libertad de Prensa y las razones por las cuales no señalan hechos discriminatorios por parte de algunos medios o periodistas; hechos que también protagonizan funcionarios públicos a través de las redes sociales. Esta entrevista permite reconocer que hay desacuerdos entre medios de comunicación y el Gobierno actual, como comprender las razones por las cuales suceden estas discrepancias, qué hay detrás de cada versión y los intereses de por medio.