Los pescadores de los pueblos palafitos de la Ciénaga Grande de Santa Marta, afirmaron que están desesperados por la cantidad de peces muertos, debido a que, los habitantes de la región pueden morir de hambre junto con sus familias, ya que su principal forma de trabajo y alimentación la pesca está arruinada.
Según investigaciones, se ha registrado que la contaminación y la alta salinidad de la ciénaga y la falta de oxígeno en las aguas, son causantes de la muerte masiva de peces.
“Aquí, si no pescamos, nos vamos a morir de hambre. Necesitamos que nos atiendan el llamado urgente. Con los días la Ciénaga desaparecerá” afirma Álvaro García pescador de la Ciénaga
Las especies muertas hasta el momento son lisas, mojarras, chivos y manatíes, ésta última en vías de extinción. “El río Fundación es prácticamente una cloaca, hay un olor fétido y pestilente. Los pescadores que estuvieron haciendo sus faenas nos decían el estado lamentable y la situación económica que están atravesando por la falta de peces porque se han muerto”, aseguro Jorge Pérez habitante y pescador de la zona.
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El río Fundación es uno de los ríos más importantes de la región, sus agua suministran alimento y oxigeno a la Ciénaga. Según Pérez,“es una situación bastante triste y muy preocupante para la seguridad alimentaria de los pescadores de Pueblo viejo y todos los municipios que hacen parte del complejo lagunar”, pues la desembocadura del río está casi cerrada por las plantas acuáticas y la tarulla, además al río está entrado agua salada del mar.
Hasta el momento el Ministerio de Ambiente junto con el Invemar han desplazado un equipo especializado para evaluar el hecho. No obstante, añaden que, una posible causa de la mortalidad de peces se debe a que iniciando febrero se redujeron los caudales, aumentó la temperatura y la carga de contaminación aumentó drásticamente, causando que los ríos pierdan su oxigenación promedio.
Otro de los ríos afectados en los últimos días, es el Río Cauca. Aunque ya recuperó su caudal, tras el cierre de compuertas en la Casa de Máquinas de Hidroituango, se han visto afectados más de 1.200 familias de pescadores, agricultores y mineros, y no se sabe a ciencia cierta los daños ambientales que se genere de esa situación.
Es por esto que, el movimiento `Ríos Vivos´, organizado por las familias campesinas afectadas por la contracción de la hidroeléctrica, convocaron un plantón nacional, para exigir a EPM una solución definitiva a la incertidumbre que viven las comunidades ubicadas aguas abajo del proyecto.