En medio de la jornada convocada ayer en todo el país por parte de la Iglesia Católica para buscar frenar la ola de asesinatos en el norte del Cauca, el Presidente de la República, Iván Duque Márquez, estuvo en Popayán liderando un Consejo de Seguridad. El tema tratado fue la última oleada de asesinatos de guardias indígenas y de otros miembros de la sociedad civil y los resguardos ancestrales en ese territorio, al que se le sumó el crimen perpetrado contra el coordinador de guardia y dirigente de Marcha Patriótica en el Cauca, Jesús Mestizo junto con sus dos acompañantes.
Durante el último año, más de 127 personas, en mayor medida integrantes de comunidades indígenas, han sido asesinadas, en buena parte a manos de grupos armados ilegales. Esto ha preocupado al mandatario, quien expresó al término de la reunión que la única forma de combatir esta oleada de crímenes en suelo caucano se enfrentarlo con seguridad, justicia, inversión social y alternativas de producción y generación de recursos.
“Estas son iniciativas de este plan social que queremos se implementen con la mayor celeridad y por eso he designado al Alto comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, para ejercer la coordinación interinstitucional (…). Consideramos que seguridad y justicia debe ir de la mano con toda esta inversión social para que nosotros podamos derrotar este fenómeno del narcotráfico, que es el que ha servido de combustible para que grupos como el de Jaime Martínez y Dagoberto Ramos intimiden o pretendan intimidar a la población” ,dijo el mandatario.
Duque ha sido enfático en que el narcotráfico “es el mayor enemigo del país, de los líderes sociales y de los pueblos indígenas” y todos estos crímenes están ligados con el desarrollo de esta actividad. Por este motivo ratificó la creación de un plan de choque con recursos de casi un billón de pesos, destinados para diversos programas de apoyo social e infraestructura, así como el despliegue de 2.500 efectos de las Fuerzas Militares para garantizar la seguridad de los caucanos en todo el departamento.
El Gobernador del Cauca Óscar Rodrigo Campo Hurtado insistió en que la militarización de su departamento no será suficiente, dado que “mientras existan las economías ilegales no terminará la barbarie ni las muertes en el departamento”, por lo que instó al Presidente a cumplir de inmediato los Acuerdos de Paz de La Habana.
A pesar de la medida tomada por el Gobierno Central, las comunidades indígenas del Cauca, la mayoría representadas por el Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric), se mantienen en que no van a aceptar la presencia de militares en sus territorios, ante el riesgo de que amplíe las acciones en contra de los pueblos nativos. También ratificaron que solo hablarán en sus tierras directamente con el Presidente Duque, reunión que ni el Gabinete Presidencial ni el Estado Mayor Conjunto ve viable ante el peligro que significa para la vida del mandatario.