Por: Lindsay Alejandra González Villamil
Andrés Bonilla Cortés es un ingeniero mecánico, docente y artista nativo de la ciudad de Chiquinquirá. Realizó un posgrado en energías renovables y en la actualidad trabaja en un proyecto de energía fotovoltaica, que tiene por objetivo usar energía renovable para contribuir a la lucha contra el calentamiento global, además de buscar tecnificar el campo mediante aplicaciones tecnológicas orientadas a la agricultura.
Tuvo la oportunidad de realizar un viaje por algunos países de América: Ecuador, Perú y Bolivia. Durante su travesía por estos países, Andrés encontró un fenómeno que fue de su interés: la marcadísima identidad y el orgullo por los orígenes de estos pueblos. Desde entonces, Andrés entendió con mayor certeza que en Colombia hace falta fortalecer los procesos de identidad. Luego de seis meses de viaje, decidió regresar a su ciudad para empezar a trabajar en proyectos de arte encaminados hacia la reconstrucción de identidad de su municipio.
Alejandra González (AG). Diriges la “Corporación Arte Zurdo”. ¿De dónde nace esta corporación, a que se dedica y cuál es su propósito en nuestro entorno social?
Andrés Bonilla (AB). Cuando regreso de mi viaje por algunos países de América, me surge la idea de trabajar en proyectos de arte encaminados hacia la recuperación de la memoria e identidad cultural de nuestra región; empecé a convocar artistas chiquinquireños, la mayoría jóvenes, seguro de que en cualquier proyecto de trabajo en grupo tendrá mejor repercusión que el trabajo individual. Esta es una corporación sin ánimo de lucro que hace arte para la gente, que cuenta para la gente y que estructura proyectos culturales.
El propósito de Arte Zurdo es demostrar el poder que tiene el arte sobre otras actividades en términos sociales: una pintura, una canción pueden contar más que un discurso, un mural puede ser la organización de un mensaje; el propósito es demostrar que el artista no es un lujo, porque el arte es una forma de transformar.
AG. La primera exposición materializada por la Corporación se llamó “Gestos” ¿De dónde surgió la idea y qué experiencias le trajo a la corporación?
AB. sí, mira, cuando nosotros hicimos esa exposición, de primera mano quisimos contarles a los ciudadanos que aquí existe un grupo de jóvenes artistas, que si bien está empezando, tiene por objetivo demostrar las habilidades artísticas que identifican nuestro municipio.
Esta exposición fue gratificante porque tuvo de todo: festivales de cine y de teatro, presentaciones musicales, exposiciones de cuadros y de esculturas artísticas, y además nos tomamos las calles de la ciudad donde representamos el asesinato de líderes sociales en nuestro país. Lo más importante es que nunca se había hecho algo así en nuestro municipio.
AG. Constantemente la Corporación Arte Zurdo convoca a la juventud a mantener encendida la llama del inconformismo en temas como la justicia, la paz, la vida, las mujeres, por Colombia. ¿Qué buscan con ello?
AB. Cuando creamos Arte Zurdo, dijimos que nuestro propósito era hacer al hombre humano, con esto me refiero al propósito de despertar sensibilidad en los seres humanos por la vida, porque humanidad es respeto mutuo, también es respetar una flor, una montaña, es el amor hacia lo que nos rodea, y cuando veo que en este país se continúa violentando la vida, la naturaleza, es necesario que nosotros, los jóvenes, manifestemos ese inconformismo hacia la violencia. Mira lo bello del arte: a través de su fuerza creadora podemos expresar nuestra indignación. El arte pretende una construcción social, que denuncia cuando se está vulnerando la humanidad de las personas.
AG. Tú incluyes mucho a los jóvenes en asuntos como estos, ¿Por qué? ¿Qué ves en ellos? ¿Mucha capacidad, más sensibilidad o más acción de cambio?
AB. Es la Juventud creadora de sueños y de esperanza. Sucede que los jóvenes son más receptivos, y actualmente tienen toda la información en sus manos: yo los invito a usar esa información que a diario consumen para buscar una construcción social, si no usamos la tecnología con ese objetivo, ¿entonces para qué? Hace poco, a propósito de las masacres, hicimos una velatón: invitamos a la gente a reunirse en la plaza, cada uno con su vela encendida; logramos una manifestación, que no se llenó de gente, entendible por la pandemia, y sin embargo sentimos que estábamos unidos diciendo: “Aquí está Chiquinquirá presente”. La mayoría de asistentes eran jóvenes, es muy bonito ver que quienes están despertando esa inconformidad frente a las injusticias, son quienes tienen el futuro de la sociedad en sus manos.
AG. Hay unas pinturas a las que denominas “mixto sobre papel” y que hacen parte de un libro llamado “ilustraciones”: ¿De dónde nace la idea del libro?
AB. En algún momento me llamaron de BOYAPAZ, un programa de desarrollo y paz en el Occidente de Boyacá. Me propusieron hacer una macro exposición virtual, aprovechando la pandemia. Convoqué el grupo de Arte Zurdo: junto con otros 3 artistas decidimos que nuestro aporte sería un libro llamado “Ilustraciones”.
AG. ¿Cuál es el contenido del libro?
AB. Este es un proyecto muy lindo: es un libro con 30 ilustraciones, porque son 30 años de la firma del acuerdo de paz, allí se cuentan cositas sobre el Occidente de Boyacá. Siete ilustraciones hablan del entorno. Las otras siete hablan de guerra, un capítulo bastante sugestivo. Las siguientes siete imágenes hablan de paz. Las últimas ilustran lo que se espera que suceda en el occidente. Son pinturas que expresan relatos de la historia vivida; estoy seguro que si tú observas las imágenes por primera vez, te conectas con ellas y con la historia que cada una cuenta, son obras que generan sensibilidad en el público.
AG. ¿Qué esperas lograr con este libro? ¿En qué deseas contribuir con su creación?
AB. Al principio la idea era solo mostrar algo en cuarentena, y por eso estos cuadros se hicieron rápido; sin embargo, no quiere decir que no estén bien hechos o que no hayamos puesto nuestro empeño. Estas ilustraciones se están exponiendo en un congreso en la Universidad Santo Tomás, y pronto estarán incluidas en un libro; en algunos programas de radio se ha hablado de ellas, la verdad es que han tenido un alcance que nosotros no esperábamos y que deseamos siga teniendo; que esas ilustraciones lleguen a todos los municipios de Boyacá, para que todos conozcamos un poco de esa historia que un día marcó tanto al Occidente Boyacense, y que estoy seguro muy pocos conocemos, es por ello que sería maravilloso que a través del arte nos acerquemos a ella nuevamente, y que podamos crear en el público conciencia, memoria e identidad.
AG. ¿Cuáles son los proyectos próximos a realizarse o en qué proyectos estás trabajando?
AB. Algunos artistas que hacen parte de la corporación se han reunido conmigo en las noches, para proyectar cómo vamos a hacer Relatos Verdes. Estamos concretando acciones con el Centro de Realidad Histórica, porque uno de los sueños próximos es construir el primer museo de arte de la región. Mira que aparte de todo es muy rico pertenecer a esta cultura artística, porque me encuentro con estos jóvenes artistas y parece que nunca hacemos nada, porque siempre estamos recochando, porque el humor y la fraternidad están entre nosotros, sin embargo, siempre estamos pensando: bueno, ¿y qué vamos a hacer? Esa es una invitación que les haría a los jóvenes: es momento de crear: “creen, no importa si está bien o mal, porque recuerden que lo que hagan, la vida se trata de un constante movimiento; aprovechen el tiempo que tienen libre para construir haciendo las cosas que aman y que los motiva, porque cuando uno ama lo que hace, no se da cuenta que está trabajando. Construyamos a partir de algo tan sano como lo es el arte.