Ser líder comunitario es una vocación a la que muchos se entregan por completo, sin importar que, en esa búsqueda del bien colectivo, pueda estar en riesgo su vida y la de su familia.
Sin lugar a dudas, la labor de los líderes comunitarios ha sido determinante en el desarrollo social del país, pues cada uno desde su territorio da todo de sí para tratar de combatir el sinnúmero de necesidades, injusticias, entre otros, que azota a la sociedad colombiana; esto, sin esperar ningún tipo de retribución.
Myriam Wilches y Sebastián Arévalo, son dos líderes comunitarios cuya labor dirigen principalmente a la educación y a la prevención de trata de personas respectivamente, ellos cuentan cómo y por qué tomaron la decisión de poner sus vidas en función de sus comunidades, lo gratificante que les resulta, y por supuesto, los miedos y riesgos que les supone, asegurando que es un don con el que se nace y del que no se pueden desprender aunque quisieran.
Redactado por: Paula Rincón