En el marco de la Feria Internacional del Libro de Bogotá (FILBo) 2025, el stand compartido por UNIMINUTO y la organización Minuto de Dios se convirtió en un espacio de encuentro y memoria, con motivo de la conmemoración de los 70 años de una de las obras sociales y educativas más emblemáticas del país. Entre los eventos más significativos, se destacó la presentación del libro “Los invito a dialogar con Dios”, una recopilación inédita de oraciones del Siervo de Dios, el padre Rafael García Herreros.
El evento contó con la participación del padre Diego Jaramillo Cuartas, actual presidente de la Corporación Organización Minuto de Dios. Durante el diálogo, el padre Jaramillo compartió detalles sobre el origen de esta publicación y reflexionó sobre la profundidad espiritual y pedagógica del legado de García Herreros.
La obra reúne, por primera vez en un solo volumen, textos escritos por el fundador del Minuto de Dios que giran exclusivamente en torno a la oración. Algunos ya habían sido incluidos en publicaciones anteriores, pero esta edición busca presentar al lector una “escuela de oración” a través de la experiencia íntima del padre con Dios. Según el padre Jaramillo, en sus páginas es posible descubrir cómo el padre García Herreros hablaba con Dios, cómo le entregaba sus inquietudes más profundas y cómo integraba la espiritualidad en cada aspecto de su vida.
El libro, de más de 550 páginas, tiene un valor simbólico, ya que ofrece un testimonio vivo de fe que, en palabras de Jaramillo, puede enriquecer espiritualmente a los jóvenes, estudiantes y lectores en general, y fortalecer la dimensión interior en una época marcada por la velocidad y la incertidumbre.
Durante el conversatorio también se rememoró el origen de UNIMINUTO. El padre Jaramillo recordó que la idea de crear una universidad nació en 1967, luego de que el Colegio Minuto de Dios graduara a sus primeros bachilleres. Ante la necesidad de ofrecerles formación profesional, surgió el sueño de una universidad popular. Sin embargo, el camino estuvo lleno de desafíos. Tras varios intentos fallidos, una carta enviada a una pareja holandesa amiga del padre —Pete y Trude Dersen— dio un giro inesperado: respondieron con un aporte inicial de 5.000 pesos de la época, lo que permitió años más tarde levantar el primer edificio de la universidad.
Aunque no se confirma que las oraciones del libro mencionen explícitamente a UNIMINUTO, el padre Jaramillo compartió una de las más conmovedoras, titulada “Cuando tú vengas Señor…”. En ella, el padre García Herreros realiza una profunda introspección sobre su vida, cuestionándose si ha sido aquello que Dios quiso para él. Utilizando referencias a la naturaleza —como los árboles, pájaros y estrellas que cumplen con su propósito divino—, la oración reflexiona sobre la responsabilidad del ser humano de no vivir al margen de ese plan. Pese a confesar errores y debilidades, la oración se cierra con esperanza: para Dios nunca es tarde. Es una invitación a entregar la vida y permitir que sea transformada desde el amor y el propósito divino.
Esta oración, según el padre Jaramillo, puede leerse hoy como un mensaje vigente para toda la comunidad de UNIMINUTO. Aunque fue escrita hace décadas, su llamado a vivir con sentido, responsabilidad y fe, dialoga directamente con los estudiantes, docentes y egresados que continúan el legado del padre Rafael: construir una Colombia más justa, más fraterna y más comprometida con el bien común.
La presentación concluyó con una bendición del padre Jaramillo a todos los asistentes y a la comunidad del Minuto de Dios, animando a los jóvenes a vivir una vida de servicio y testimonio, en coherencia con los valores del Evangelio y el espíritu fundacional de la obra.
Más que una publicación, “Los invito a dialogar con Dios” representa un puente entre el pasado y el presente, entre la fe y la acción, entre la intimidad espiritual y el compromiso con la sociedad. En esta FILBo 2025, el Minuto de Dios celebra una trayectoria de siete décadas y reafirma su vocación de educar desde el corazón, con los pies en el territorio y la mirada puesta en Dios.
