Por: Marcela Gómez
El Réquiem para los vivos, escrita por el compositor alemán Johannes Brahms, es una de sus obras más importantes y emotivas, un canto de consuelo y esperanza, que a diferencia de los réquiems clásicos, que están en latín y se centran en la oración por los muertos, Brahms eligió textos bíblicos en alemán para crear una pieza que ofrece una meditación sobre el duelo y la redención.
Con la producción de La Fundación Orquesta Sinfónica de Bogotá FOSBO junto al Teatro Cafam, en esta ocasión, el concierto tendrá invitados especiales, como el destacado director de orquesta alemán Manuel Meissner, junto con los solistas Manuela Tamayo (soprano) y Juan David Gonzales (barítono), cuya presencia garantiza un concierto que promete ser impactante y conmovedor, gracias a la potencia vocal de las más de 40 voces que integran la Sociedad coral, acompañados de reflexiones acerca de la vida y la muerte.
El Réquiem tiene como intención aproximar al público a otro tipo de experiencia, que busca en la música clásica su contemplación y escucha más profunda, y lo hace a través de esta obra inspirada en pasajes de la biblia, que propone un viaje de reflexión acerca de lo que hay más allá de la muerte y qué pasa con las personas que quedan.
Con un montaje de 80 artistas pertenecientes a la Orquesta Sinfónica de Bogotá y a la Sociedad Coral de Bogotá, el propósito es emprender un viaje, en esta ocasión hacia las profundidades del alma, por lo que se invita al público a sumergirse en este viaje experimental a través de una inmersión musical.