Por: Valentina Suarez
En 2022 se presentaron 5.018 casos de acoso sexual en Bogotá dirigidos exclusivamente a niñas. Estas cifras de la Secretaría de la Mujer son un indicador del impacto desproporcionado de la violencia de género contra mujeres jóvenes y menores de edad. Para ese mismo año, las autoridades capturaron a 517 personas por cometer delitos de este tipo.
La Secretaría de la Mujer en 2023 atendió 43.589 mujeres y llevó a cabo 438 casos de violencia basada en género (VBG) o de acoso. Transmilenio y SDMujer decidieron unirse a la estrategia Bogotá Camina Segura para fortalecer la seguridad de mujeres víctimas de violencia en el sistema transporte.
Martina Navarro, que señala ser víctima de acoso, relata su experiencia: “Ese día no quería ir a clases, pero me tocaba. Sabía que no podía faltar”, dice con voz nerviosa. Según datos de la Fiscalía, entre enero y octubre de 2023, fueron asesinadas 22 mujeres, superando las cifras de 2022. Las localidades más afectadas fueron Ciudad Bolívar, Usme, Usaquén, Bosa, Los Mártires y Suba.

Según cifras de la Fiscalía, en 2023, entre enero y octubre, fueron asesinadas 22 mujeres, cifras más altas que las registradas en 2022. Las localidades más expuestas fueron Ciudad Bolívar, Usme, Usaquén, Bosa, Los Mártires y Suba.
“Yo vivo en Usme, entonces tomé el h20, hice transbordo y llegué a la universidad. Cuando el bus pasó iba muy vacío. Se subió un hombre alto y corpulento, de piel blanca. Se hizo detrás de mí, a pesar de que había espacio. Me hacía miradas raras y me sentí muy incómoda, pero no le di importancia”, relata Navarro. Este caso fue denunciado, pero no recibió soluciones efectivas.
Ana Yeli Pérez Garrido, directora de Justicia Pro Persona y asesora jurídica del Observatorio Ciudadano Nacional contra el Feminicidio, señala que muchas mujeres no se atreven a denunciar o no tienen acceso a la justicia. En 2023, se registraron 13.114 casos de violencia sexual contra mujeres.
El Secretario de Seguridad, Convivencia y Justicia, Jairo García, destacó: “Tenemos abogados expertos, el compromiso de la Fiscalía y de la Policía. Vamos por condenas por irrespeto a las mujeres y cualquier tipo de violencia de género en el sistema”.
La Secretaría de la Mujer, a través de la línea púrpura, activa protocolos según el caso, proporcionando apoyo psicológico y jurídico a las víctimas. Martina cuenta: “Me cambié de vagón para no sentirme incómoda, pero el hombre me siguió. Empecé a sentirme mal y cuando miré, estaba tocándose contra mi pantalón”.
Martina relata: “me cambié de vagón para no sentirme incómoda, y no me di cuenta, pero después de un tiempo vi al hombre en el mismo vagón donde yo estaba y empecé a sentir algo muy raro: cuando volteé a mirar, era él tocándose contra mi pantalón”.
Según una encuesta de la Veeduría Distrital, 7 de cada 10 mujeres se sienten inseguras en el transporte público, 9 de cada 10 temen sufrir un ataque sexual y 8 de cada 10 han sido acosadas en algún momento. Sin embargo, 9 de cada 10 tienen miedo de denunciar y solo 4 de cada 10 conocen las medidas preventivas del distrito.
Martina cuenta con voz entrecortada y lágrimas: “Me quedé en shock y no podía musitar palabra, no sabía qué hacer. Ya he tenido varias experiencias antes con estas cosas. Me acerqué al conductor que me dijo que no podía hacer nada”.
El equipo de Transmilenio ha ofrecido una serie de tips sobre cómo actuar frente a estos casos. En 2023 crearon los Puntos de Asistencia Básica (PAB). Así mismo se aumentó el número de personal de seguridad, que evidencian el trabajo adelantado por la Secretaría de la Mujer, el Gobierno Distrital, las empresas de transporte público y la Policía.
La Dirección De Tránsito y Transporte, a través de la Red Integral De Seguridad En El Transporte, señala que en 2023 se realizaron 44 visitas de capacitación a diferentes empresas del sector transporte donde sensibilizaron a 1.092 conductores frente a la seguridad.
“Me bajé del TransMilenio en la calle 72 y le conté a un policía lo que había pasado. Me dijo que no podía hacer nada sin pruebas”, dice Martina. La denuncia quedó archivada por falta de pruebas.
“El policía indagó al señor, que rechazó la acusación y también se puso a llorar. Así que le creyó a él y a mí me pidió la cédula y me dejó marcharme sin darme una solución. Me fui llorando, ya no quería ir a clases”.
Milena Guevara, abogada de la Secretaría de la Mujer, explica que hay psicólogas, abogadas y trabajadoras sociales en algunas estaciones, capacitadas para evitar el abuso y denunciarlo. La recuperación de las víctimas requiere apoyo psicológico y jurídico, y la sociedad debe cambiar sus actitudes para evitar la normalización del acoso sexual.
Falta de pruebas
La denuncia de Martina, fue una de esas que quedaron archivadas por falta de pruebas: “El policía no me quiso creer y para rematar me dijo que era una mentirosa, que lo que hacían las mujeres era puro show”.
Guevara resalta: “una vez se identifica que una usuaria es víctima de violencia de género, se le activa una ruta psicosocial: por una parte, una abogada ayuda a adelantar el proceso legal para llevar a cabo las medidas correspondientes; si ya tiene una denuncia, se le hace seguimiento hasta que llegue al juicio final; también se le hace un aporte psicológico”.
Sol Gálvez, psicóloga, comenta que los impactos psicológicos de este hecho en una mujer pueden traer sintomatologías como ansiedad, depresión, rasgos de baja autoestima y en situaciones más severas puede presentarse estrés postraumático que se evidencia con una ansiedad más generalizada, pesadillas respecto al episodio y eventos donde se rememora el episodio.
El mayor desafío es que muchas mujeres no denuncian por temor, o por la falta de apoyo por parte de las autoridades: “Posiblemente no siempre se tienen las pruebas de lo que pasó, y el testimonio de la mujer se está dejando de lado y no se tiene en cuenta como prueba contundente”, señala Guevara.
“Ahora trato de mantenerme acompañada e irme en los puestos de adelante; me ciento insegura por la forma como me visto”, relata Martina.
Gálvez recalca que para superar estos casos la víctima se debe reconocer como tal, porque en ocasiones sucede que se echan la culpa en razón de su forma de vestir. “Se debe acudir a familiares, autoridades, y escenarios seguros, como acceder a un consultorio psicológico. Estas herramientas pueden ayudar a superar estos episodios desagradables, molestos y traumáticos”.
La abogada Milena Guevara sostiene: “lo principal que le recomiendo a cualquier víctima por estos casos es denunciar, para que las autoridades puedan actuar y los hechos no queden impunes”.
Es esencial reconocer que el acoso sexual no solo afecta la seguridad y el bienestar de las mujeres, sino que también debilita los principios fundamentales de igualdad, dignidad y respeto. Desde las calles hasta los lugares de trabajo, ningún espacio debería ser tolerante con el acoso sexual.
Para abordar eficazmente este desafío, se necesita un enfoque multifacético que incluya medidas legales sólidas y un cambio cultural profundo. Esto implica fortalecer las leyes y los sistemas de justicia para garantizar que las víctimas de acoso sexual puedan denunciar con confianza y obtener reparación. También significa promover una cultura de respeto y consentimiento, educando a la sociedad sobre la importancia de sostener relaciones saludables.