El fotógrafo especializado en abejas, Clay Bolt, fue el primero en tomar fotos y grabar un video de la abeja de Wallace o “Megachile pluto”, la más grande del mundo y documentada científicamente por última vez en 1981. “Fue impresionante ver este insecto que parece un ‘bulldog volador’ y del que no estábamos seguros que siguiese existiendo”, sostuvo el fotógrafo.
El grupo que encontró al ejemplar estuvo conformado por tres biólogos y dos guías indonesios; la expedición se realizó en enero en varias zonas del noreste del archipiélago de las islas Molucas hasta encontrar la abeja.
El ejemplar anida en montículos de termitas situadas en los árboles. Lleva el nombre de Wallace en honor al británico Alfred Russel Wallace, quien documento su existencia por primera vez en 1858.
La importancia de las abejas en el mundo se debe a que son las encargadas de polinizar el 90% de los cultivos del mundo, por lo que su ausencia causaría un colapso por la desaparición de los cultivos, lo que dejaría a muchas familias sin una fuente de ingreso y terminaría en una crisis por hambre mundial.
Teniendo en cuenta el papel tan importante que juegan las abejas a nivel mundial, la justicia de Colombia instó al gobierno a protegerlas ante la amenaza de su extinción.
En noviembre de 2018, el juez de Cartagena, Freddy Machado, le ordenó al Gobierno Nacional establecer una política de Estado para preservar la vida de las abejas. El fallo obliga a los ministerios de Agricultura y Medio Ambiente a crear un organismo o nombrar a un responsable para que “asuma el tema de la extinción de las abejas e investigue qué está afectando la supervivencia de estos agentes polinizadores”.
Sin embargo, las organizaciones no gubernamentales de ambientalistas instan al Gobierno Nacional para llevar a cabo una política realmente efectiva para proteger a las abejas.