En su informe, la UICN reveló el efecto devastador que los conflictos armados causan en los nichos ambientales, destrozando vegetación de todo tipo, la fauna que allí vive, muchas de las cuales son endémicos de esos escenarios de combates. La organización pidió que la protección del medio ambiente y la gestión sostenible de los recursos naturales sean considerados como un instrumento de paz.
Bruno, Oberle, director general de la UICN, aseguró que “La degradación de la naturaleza aumenta el riesgo de conflictos, mientras que las guerras devastan no solo vidas, sino también el medio ambiente”.
Según el informe, 219 especies están amenazadas por culpa de las “guerras, disturbios civiles y ejercicios militares” entre ellos el gorila, que se encuentra en peligro crítico de extinción y que vive en la República Democrática del Congo, Ruanda y Uganda, donde la violencia y los enfrentamientos armados son reiterados.
Conflicto armado y medio ambiente
El informe expuso varios ejemplos del impacto de las guerras sobre el medio ambiente, como el genocidio de Ruanda, en 1994, donde el 90% de los grandes mamíferos del parque nacional de Akegera fueron abatidos para ser usados como alimento por las personas que huían de la matanza.
Otro ejemplo es el conflicto en Sudán donde al menos de 2.000 elefantes fueron abatidos por las militares en 2007, según el informe. Después de haber investigado más de 85.000 enfrentamientos armados en las últimas tres décadas, que causaron la muerte de más de dos millones de personas.
Según el informe los conflictos son menos frecuentes dentro de las reservas naturales y las zonas protegidas. Asimismo la UICN expone varias recomendaciones políticas ambientales para frenar y prevenir los conflictos armados, incluido el de velar por la vida de los guadaparques que trabajan en zona de peligro. También exige sanciones contra quienes arremetan con la calidad y el equilibrio del medio ambiente.