La vaquita es la especie más amenazada del planeta. Hace unos meses anunciaron que solo quedan 10 individuos, por ello el Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita Marina anuncio que eventualmente la especie seria clonada.
La vaquita marina o rumiante (Phocoena sinus) es una de las seis especies de marsopa. A pesar de guardar ciertas similitudes con el delfín, tiene rangos diferentes como el tamaño de su hocico, su aleta dorsal que es en forma de pirámide y sus dientes cónicos.
Para el año 2015 su población era de noventa y siete ejemplares. En 2017 perdió el 67% de su población, quedando con menos de 40 mamíferos marinos. A finales del 2018 y comienzos del 2019 quedaron 10 individuos, que son los que se clonarían para salvar la especie.
Este animal tiene como hábitat el norte del Golfo de California, y actualmente hay toda una operación científica para velar por su conservación, sin embargo, el número de la especie ha disminuido drásticamente.
El objetivo de este método es hacer un cálculo de su población, conocer más sobre su conducta y obtener muestras de ADN de un macho para hacer el proceso de clonación. El biólogo Lorenzo Rojas Bracho, presidente del CIRVA, explicó que la operación se hace desde una embarcación a 20 metros de distancia. “Le disparas con una flechita especial que no la lastima y se queda con un pedacito de piel, esa muestra hay que llevarla inmediatamente al laboratorio para hacer el cultivo del tejido y obtener el Cromosoma Y”
La principal causa del exterminio de la vaquita marina es la caza ilegal, pero no exactamente en su contra porque los pescadores van detrás del pez totoaba (también en peligro de extinción por la gran demanda de mercado asiático para productos médicos). Este cetáceo más pequeño del mundo, queda atrapado en las redes de arrastre, provocando el ahogamiento de las mismas.
El cambio climático es otra de las causas de extinción de esta especie, pues el aumento de las temperaturas hace que las especies migren, y se reduzca la posibilidad de contacto y apareamiento.
Esta semana varias organizaciones ambientales pidieron aplicar sanciones a México por no detener la pesca ilegal de la vaquita marina, una especie que podría desaparecer en pocos meses. Por ahora se plantea esta solución científica que en realidad es una ‘medida drástica’ de la cual no se puede determinar un éxito absoluto.
“Creo que los países (que forman parte de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre) deben sancionar a México y prohibir el comercio de especies reguladas por la CITES procedentes de México hasta que hayan retomado el control de la situación”, aseguró Zak Smith, director de Protección de Especies Salvajes de Natural Resources Defense Council (NRDC).
