El mantenimiento de la vía está en manos del concesionario COVIANDES, propiedad del Grupo Aval perteneciente al banquero más grande del país, Luis Carlos Sarmiento Angulo, quien a través de una de sus principales empresas, Corficolombiana, se ha convertido en uno de los principales concesionarios de carreteras del país.
Sin embargo, a pesar de ser una de las vías que ha demandado una gran inversión económica, la vía a los Llanos Orientales es la ruta que conecta a una de las principales despensas agrícolas que surte la demanda de los principales mercados del interior del país, parece que no verá la luz al final del túnel, por lo menos, no durante tres meses.
Cabe aclarar que los cierres viales en este corredor que comunica el departamento del Meta con el interior del país, obedece a la inestabilidad de la cordillera en ciertos lugares, que no es una novedad, considerando el desastre de Quebrada Blanca en la década de los 70, que entre otras razones, obligó al Estado a buscar soluciones con una carretera nueva, que de igual forma está enfrentando los problemas geológicos de tiempos pasados.
Esto últimos cierres han generado el alza en el precio de algunos alimentos. Bogotá, es una de las ciudades del país que al parecer se verá más afectada. Según un informe que recoge el diario La República, los productos agrícolas del Llano, constituyen el 40% de los productos de la canasta alimentaria que se consumen en Bogotá.
Entre esos productos se destaca el arroz, uno de los cereales más consumidos en los hogares colombianos y que ante los últimos inconvenientes en la vía, sus productores en el Meta, vienen manifestando las innumerables pérdidas económicas de ese sector y la necesidad de políticas urgentes de acompañamiento y refinanciación de créditos agrícolas.
En el Meta, se estima que hay más de 80 mil hectáreas sembradas de arroz, en estos momentos los productores del grano se han visto obligados a utilizar la pésima vía alterna que es un trayecto de 122 kilómetros (Bogotá, Sogamoso, Aguazul, y Villavicencio) y que representan 12 horas de recorrido, esto ha incrementado los costos de los fletes que se ven reflejados en un aumento del 300% de todos los productos que se trasladan a Bogotá.
Según la Federación Nacional de Ganaderos de Colombia (Fedegan), los Llanos suministran cerca del 80% de la demanda total de carne de res, pollo y cerdo en Bogotá, por lo cual desde ya se prevén más alzas en los alimentos para los capitalinos. A las problemáticas de los arroceros, se suma el gremio avícola, que semanalmente transporta 1.200 toneladas de carne de pollo por la vía.
Ante tal situación, el Ministerio de Transporte, dio a conocer que las pérdidas en la vía al Llano, superan los 1,5 billones de pesos, lo que motivó a la gobernadora del departamento, Marcela Maya, a pedirle el Gobierno Nacional decrete la emergencia económica, social y ambiental, aunque según la mandataria, ante las pérdidas económicas, las medidas gubernamentales se quedarían cortas.
Sector Hotelero y turismo en crisis total
El próximo 26 de junio al 1 de julio, se celebrará el festival Internacional del Joropo en Villavicencio, y desde ya el sector hotelero, uno de los tantos afectados por el cierre de la vía, le ha exigido a las autoridades nacionales, agilizar cuanto antes posible el despeje de los derrumbes sobre el corredor vial para permitir que los turistas puedan llegar a disfrutar de ese evento cultural en la región, con lo cual se esperaría solventar las pérdidas que presentadas para los empresarios.
Así mismo se conocieron las quejas de algunas personas que han reportado alzas desproporcionadas en los tiquetes aéreos, algunos viajeros manifestaron que se han visto obligados a pagar incluso hasta 900 mil pesos ida y vuelta por un trayecto que dura entre 15 a 30 minutos, lo que convierte ese destino en uno de los más costosos del país.
Una de las apuestas del Meta es el turismo de aventura, ecológico y de alejamiento de lo tradicional, ofreciendo a los turistas lugares realmente paradisíacos y a los que se les ha invertido grandes cantidades de dinero, con la esperanza de convertir este rubro económico en otro eje del desarrollo regional. Por ahora solo reporta ingentes pérdidas, despido de personal, cancelación de excursiones y visitantes.