La ciudad de Neiva, como muchas otras áreas urbanas, ha experimentado desafíos relacionados con la inseguridad en los últimos años. Esta problemática ha tenido un impacto negativo en varios aspectos de la vida de la ciudad, y es que esta situación se ha convertido en un constante peligro, pues hoy en día se están viviendo los “robos” como si fueran en el pan de cada día. Así lo revela una investigación periodística realizada por los comunicadores sociales en formación de la Corporación Universitaria Minuto de Dios, UNIMINUTO, Rectoría Sur, Laura Giraldo Medina, Tania Xiomara Chala López y Didier Romaña.
Afirman los jóvenes comunicadores que en Neiva “estamos viviendo una ola de inseguridad violenta, en la cual ningún opita hoy se siente seguro de salir a la calle sin pensar que va a ser atracado y amedrantado, pues en los últimos meses se han incrementado la tasa de inseguridad”.
Explican que los testimonios y las noticias que cuentan como la comunidad es atracada, no obstante la situación es tan preocupante que los “ladrones no solo se conforman con robarnos”, sino que también se permiten agredir a sus victimas que a muchos de ellos desafortunadamente les ha costado la vida. Y es que la inseguridad se vive de día, de noche y a cualquier hora o momento, pues muchos han sido testigos de cómo personas son atracadas a plena luz del día, en un lugar muy transitado.
Y no solo el robo callejero existe, sino también el robo a diferentes establecimientos a cualquier hora, o el famoso raponazo que muchos han tenido que vivir, sumando a otras nuevas modalidades de hurtos que han surgido, realmente esto es un problema que preocupa a toda la Capital Huilense.
Agregan Laura, Tania y Didier que “Es así como encontramos diferentes opiniones de ciudadanos en Neiva, en las cuales nos cuentan sus experiencias, experiencias como las del señor Vicente Rodríguez, quien nos indica que al dirigirse a su casa fue perseguido por sujetos en motocicletas, alcanzado, amedrantado y robado, luego fue a poner la demanda y según lo que nos indica “no le pusieron cuidado” por lo tanto este hecho quedó impune y, por eso es de los que hoy señala que en su lugar de trabajo, el cual está exactamente en el Parque Santander como vendedor ambulante junto con su esposa, no permite que se efectué un atraco, por que él inmediatamente interviene sin importar que su vida corra riesgo.
O la opinión del vendedor Maicol Flores, quien se vino desde Bogotá a realizar su trabajo, indicando que aún no ha sido víctima de robo en la ciudad, pero que es extremadamente peligroso estar hoy en paz en las calles ya que existe un miedo constante por ser robado, dejándonos conocer que en otras ciudades también abunda gravemente la inseguridad. Por otro lado, indagando con la comunidad se puede establecer que la mayoría de las personas que ven un atraco preferiblemente deciden no intervenir debido al miedo de salir amenazados, lastimados, heridos o hasta que les arrebaten la vida.
Es importante mencionar que dentro de las percepciones sobre la inseguridad algunos opitas concuerdan que este tema constante de inseguridad está basado en la falta de empleo en el departamento del Huila, pues son muchas las personas que no tienen un sustento digno y la mejor manera de enfrentar la necesidad, el hambre y la pobreza en sus hogares es “buscando una salida fácil”.
Las entrevistas realizadas a la comunidad neivana revelaron un mensaje unánime: la comunidad siente una necesidad apremiante de una mayor presencia y compromiso por parte del alcalde y las autoridades locales en relación con la creciente inseguridad en la ciudad. Esta inseguridad ha llegado a tal punto en el que muchas personas se sienten restringidas en sus actividades diarias y evitan salir. Algunos habitantes compartieron sus preocupaciones sobre la falta de seguridad en las calles, y expresaron que su bienestar se ve comprometido debido a la inseguridad.
El empresario Miguel Ángel Floriano también enfatizó en la importancia que las autoridades estén un poco más comprometidas con la seguridad pública. El señor John Fredy Cruz destacó que la presencia policial debe ir más allá de la mera aplicación de multas y enfocarse en prevenir y abordar los delitos para que la comunidad pueda sentirse segura al salir de sus hogares. La comunidad demanda no solo una mayor presencia policial, sino también orientación más enfocada en la seguridad pública y la prevención del delito, para restaurar la confianza en su entorno y recuperar la libertad de moverse con tranquilidad por la ciudad. La inseguridad en Neiva está teniendo un impacto directo en la vida de los ciudadanos, la economía local, el turismo, la cohesión humanitaria y la percepción general de la ciudad. Es un problema que requiere de atención permanente y medidas efectivas por parte de las autoridades locales para abordar sus causas subyacentes y mejorar la seguridad en Neiva.