El aumento de la deforestación en la amazonia colombiana causó que los jóvenes activistas generaran una demanda con éxito contra el Estado por no dar garantías a sus ciudadanos de tener un medio ambiente saludable y no haber cumplido sus acuerdos internacionales de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y deforestación. La destrucción de la foresta en la Amazonia, considerada como un importante sumidero de carbono, es la principal fuente de captación de emisiones de gases de efecto invernadero de nuestro país y detener esta actividad ilegal se considera vital para relentizar el daño ambiental.
Michael Gerrard, director del Centro Sabin para el Cambio Climático de la Universidad de Culumbia, calificó esta acción como “uno de los juicios ambientales más sólidos que haya dictado un tribunal en cualquier parte del mundo”, por las detalladas órdenes que dio al gobierno. Entre esas, darle participación a las comunidades indígenas y jóvenes activistas para reducir la deforestación a través de un pacto intergeneracional para proteger la Amazonia.
Tras el fallo de la Corte Suprema hubo reacciones positivas por parte del Gobierno y se comenzó a dar cabida a la ciudadanía y participación en los planes de protección de la selva. En agosto de 2018, Iván Duque Márquez, del Partido Centro Democrático asumió la presidencia y las reuniones cesaron paulatinamente.
Los jóvenes activistas nuevamente manifiestan su inconformismo por la falta de avances en la implementación de la sentencia, así como los objetivos de deforestación del gobierno.
Exterminio ambiental: Deforestación en la Amazonia brasileña
Hace poco, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, encabezado por Ricardo Lozano dijo que la deforestación disminuyó en un 10 % en comparación con 2017. Además de la campaña ‘Artemisa’ que impulsó el actual presidente para combatir la deforestación en Colombia y principalmente en la Amazonia, donde se concentra la deforestación.
Los jóvenes están decididos a responsabilizar al gobierno de los daños ocurridos en la Amazonia y presentaron un informe ante el tribunal de Bogotá.
Yurshell Rodríguez, ingeniera ambiental de 23 años de edad, hace parte de las demandantes y aseguró que el fallo debe pasar del ‘escritorio y compromiso sobre el papel’, a la política del mundo real “En Colombia somos buenos en el escritorio” siguió “Ya tenemos una de las mejores regulaciones ambientales del mundo, así que ahora tenemos que dejar la oficina y salir a la calle”.
Por esa línea, el cambio climático no es una preocupación en Colombia como lo es en otras partes del mundo. El movimiento Fridays for Future ha dado lugar para que los jóvenes y niños hagan parte de esta iniciativa de la joven sueca de 17 años, la cual ha impulsado a todo el mundo a que realicen plantones para que los gobiernos asuman su responsabilidad en el tema de mitigar los efectos del cambio climático. Con la ayuda de ONG’s aprovecharon la ocasión de la Primer Huelga Climática Global del 15 de marzo para protestar contra los objetivos de deforestación del Plan Nacional de Desarrollo (PND) de Duque.
Este movimiento que se ha consolidado para frenar los cambios climáticos y la deforestación le ha dado espacios de participación a las comunidades indígenas y a los jóvenes en general para que se sumen a un tema que nos pertenece a todos.
“Creo que el fallo ha sembrado una semilla que convertirá la lucha contra el cambio climático en uno de los movimientos sociales más importantes de nuestra generación en Colombia”, comentó Gabriel Eslava, abogada de Bogotá con 27 años, quien es una de las demandantes.