El mundo vivió en junio del 2019, el mes más caliente de la época moderna, principalmente Europa, donde la temperatura registró 3 ºC superior a lo habitual para esta temporada de verano.
La semana pasada la ola de calor procedente del Sahara azotó en diferentes países europeos, causando el cierre de plantas nucleares por los ríos secos y la necesidad de refrigerar los reactores, además de desafortunadas noticias de la muerte de personas, e incendios forestales con la consecuente destrucción de flora y fauna.
Para algunos expertos en el tema, las temperaturas registradas en España, han superado los topes históricos, llegando a los 45 ºC, lo que generó alerta roja y reacciones por parte del gobierno y de entidades ambientalistas.
Ante las altas temperaturas, se registraron cuatro muertos, una mujer de 90 años de Logroño con patologías previas, un joven de 17 años que murió en Córdoba cuando trabajaba en un campo, un anciano de 93 años, quien se desplomó cuando caminaba por la calle de Valladolid y por último un trabajador del campo de 66 años cuando se encontraba trabajando en una propiedad que tenía en Cuervo, Sevilla.
Las temperaturas siguen amenazando no solo a los humanos, sino también a la fauna y flora que alberga los ecosistemas europeos, con la escasez de agua y la ola de calor, hace que mueran deshidratados los seres vivos.
Aún así, frente a las consecuencias que vive el planeta y ante esta alarma mundial, los Estados Unidos, en cabeza de su presidente Donald Trump, ha considerado que el calentamiento global es un engaño. Su posición más escandalosa fue en el 2012, cuando expreso en twitter que “El concepto de calentamiento global fue creado por y para los chinos para hacer no competitiva a la manufactura de EE. UU”
En 2015, los firmantes del acuerdo de París se comprometieron a mitigar los efectos que generan el calentamiento a un máximo de +2 ºC, pero sus promesas resultan no ser efectivas y poco alentadoras para las consecuencias ambientales que actualmente vive el planeta. Por ahora los últimos cuatros años han sido los más calientes registrados en el mundo, lo que evidencia la existencia de un cambio climático global.
