La Master Class llamada “Hablemos actuando”, bajo la dirección del Centro Cultural Bacatá (CCB) de Funza, se realizó dentro del plan de fortalecer los procesos de formación artística de los funzanos, dirigida principalmente a los estudiantes de teatro del CCB, en esta ocasión de la mano de una maestra de actuación.
En el Biblioparque Marqués de San Jorge de ese municipio, se llevó a cabo la clase orientada por la talentosa actriz Aida Morales y su pareja, el también actor, Fabian Copete.
Aida Morales, actriz colombiana de 53 años, cuenta con una larga trayectoria en cine, televisión y una amplia formación en el teatro, lo que la convierte en una de las mejores actrices de Colombia, reconocida por producciones como “El Paseo 4 (2016)”, “Mi Gente Linda, Mi Gente Bella (2012)”, “Uno al año no hace daño (2014)”, “In Fraganti (2009)” entre otras.
En la corta entrevista con ella, habló sobre el propósito de su clase en Funza, también de su nuevo emprendimiento en tiempos de pandemia y los futuros proyectos en la actuación.
– ¿Cómo surge la idea de realizar la Master Class?
Aida Morales (AM): Pues realmente siento que es la necesidad de comunicar algo y de comunicar algo de lo que yo se, y a lo que me he dedicado, pero creo que es más de las personas de afuera que de mí, es decir, yo atiendo el llamado de alguien que considera que lo que yo puedo transmitir es importante, y yo voy y lo hago. ¡Es simplemente eso!
-¿En qué consiste “Hablemos actuando”?
AM: Pues mira, básicamente son tres momentos: primero es una activación con el cuerpo, unos ejercicios de pasar la energía, de concentrarse, de despertarse de estar ahí presentes en el aquí y en el ahora en lo que está ocurriendo. Luego viene un segmento que considero que es primordial y es de las primeras cosas que debe aprender un actor en formación, y es cómo enfrentar un texto desde el primer momento en que se lo pasan, cómo abordarlo y cómo profundizar en él. Y finalmente tenemos un espacio de preguntas y respuestas. ¡Obviamente desde lo profesional!
-¿Tiene pensado realizar próximas Master Class?
AM: Pues yo siempre estoy como muy abierta a lo que pueda ocurrir, y más en estos tiempos de pandemia en los que toda la creatividad, la verdadera creatividad, escasea y abunda mucho material inútil en redes y cosas de esas, entonces me parece que son espacios importantes para los jóvenes, para aprovechar el tiempo en cosas valiosas y para mi, porque siempre estoy en permanente aprendizaje y este tipo de clases siempre dejan un aprendizaje.
-¿De qué manera ha afectado la pandemia su carrera y cómo la ha enfrentado?
AM: Todo está cerrado, los teatros están cerrados, las producciones se redujeron a un 30%, es muy poco lo que se está haciendo y la demanda es altísima en actores desocupados y la oferta es mínima.
–¿En medio de esta pandemia, cómo fue el proceso del nuevo emprendimiento, la asociación con el restaurante “República de Perú”?
AM: Es simplemente saber aprovechar las oportunidades que se presentan, aquí vino una persona, nos hizo una propuesta a mi pareja y a mi, basada básicamente en lo que yo tengo, en eso intangible que es un reconocimiento a nivel nacional por mi trabajo y ponerlo a favor de un emprendimiento y un negocio, y fuimos hacerlo. Esas son cosas que no hay que pensar si llegaron, llegaron porque tienen que ocurrir y hay que tomarlas.
(Pedro Villafuerte, dueño del restaurante “República de Perú”, le propuso a la actriz y a su pareja Fabián Copete, ser parte de una nueva sede del restaurante en la plazoleta de comidas del centro comercial Unicentro en Villavicencio, el cual ya abrió sus puertas al público).
-¿Qué proyectos vienen a futuro?
AM: Pues mira, hay un par de películas en proceso, pero pues obviamente tiene que, de alguna manera, abrirse un poco más esto, mejorar un poco más esta situación, porque arrancamos y volvemos a parar, arrancamos y nos vuelven a encerrar, entonces, esto es realmente lo que frena las producciones, pero vienen un par de películas, estamos haciendo castings para producciones a nivel nacional, y esperar, porque estamos en un momento en que la incertidumbre va a la cabeza, y nosotros lo queramos o no tenemos que ir detrás de esa incertidumbre y esperar.