Gabriela Vallejo es una mexicana licenciada en educación primaria y magister en gestión educativa, a la par es formadora de Filosofía para niños y directora del grupo filosófico de adolescentes y niños en Toluca. Ella es fiel testigo de la implementación pedagógica de la filosofía desde el ámbito escolar, reconoce sus falencias, aportes y los aspectos que contribuyen al cambio social, por ello es la invitada del puente para tratar la temática de educación filosofía y cambio social.
Cuando se habla de un modelo educativo se hace referencia a la forma en la que se adaptan diferentes prácticas o procesos formativos en una determinada cátedra o institución. De igual manera abarca la manera en la que se transmite conocimiento, las metodologías adecuadas para la asimilación de dichos contenidos y su posterior evaluación.
En este marco es posible señalar como la filosofía concebida como un modelo educativo, conlleva a la construcción de conocimiento en doble sentido, en tanto que estudiantes y maestros, comparten conocimientos mutuos, en esta medida, no se define como un simple proceso de transmisión de información, sino por el contrario de conformación de conocimientos. De igual manera, la reflexión filosófica exige cuestionamientos por parte del sujeto a su entorno, por ello en el ejercicio filosófico es necesario repensar toda aquella información que llegue a nuestro poder.
Gabriela menciona que para lograr un modelo filosófico educativo, es necesario contar con un docente con la formación filosófica adecuada para que de esta manera se logre exitosamente este proceso. De aquí que el modelo educativo filosófico no solo implica la participación activa de los estudiantes sino también de todos aquellos que la rodean y buscan formar con base en la filosofía para niños. Este modelo busca crear habilidades de pensamiento filosófico que faciliten al individuo su desarrollo y convivencia en sociedad.
Es en este panorama es que se logra generar un cambio, pues la creación de habilidades produce costumbres y diversas formas de pensar la vida social que logran modificar diferentes acciones creadas por emociones fuertes que son adquiridas en la relación con su entorno que es en su mayoría de marginalidad, incluyendo situaciones de pobreza, violencia intrafamiliar, entre otras, por lo que este fenómeno afecta la totalidad de la persona humana.
En concreto, la filosofía como ciencia estudia la totalidad de lo denominado “existente” en este caso como modelo educativo permite abrir los límites del pensamiento e ir más allá, de tal forma que logra forjar una parte más humana y sensible en los individuos, un sujeto que se forma integralmente que se encuentra en un constante devenir con el objetivo de mejorar su condición humana y que logra reconocer al otro como igual.
Por último, es importante hacer un llamado a la implementación de la filosofía no solo como modelo educativo, tanto en instituciones públicas como en privadas, sino también como modelo de formación integral del sujeto, puesto que como individuos hacemos parte de un entorno que necesita ser reconocido y validado, para de esta manera lograr un acercamiento más humano y empático sobre el mismo.