Por: Germán Andrés Vargas Castelblanco
La noche del 2 de septiembre de 1990, Brian Watkins y sus padres, provenientes de Provo, Utah, se encontraban en la ciudad para asistir al abierto de Tenis, se disponían a salir de la estación, cuando fueron asaltados por un grupo de 6 jóvenes que buscaban conseguir dinero para pagar la entrada a un concierto, al padre de Watkins lo cortaron y le quitaron 200 dólares y a la madre la patearon y la golpearon, Brian Watkins, de 22 años de edad, intentó defender a sus padres pero fue acuchillado en el pecho, persiguió a sus atacantes pero cayó muerto en las escaleras de la entrada a la estación.
Hincapié no sabía que sus acompañantes planeaban un asalto en el metro.
En 1990, Nueva York tenía una tasa récord de homicidios, en ese año se registraron 2245 crimenes, pero el asesinato de Watkins fue la gota que derramó el vaso, ya que la ciudadanía le pedía con vehemencia al alcalde David Dinkins y a la policía que dieran lo más pronto posible con los responsables.
Al día siguiente, unos oficiales de policía fueron a la casa de Johnny, que en ese entonces tenía 18 años, para pedirle que los acompañara a la estación policial para hacerle algunas preguntas, según Hincapié, él negó su participación en el crimen, pero los oficiales lo golpearon para obligarlo a hacer una falsa confesión que sería grabada por ellos mismos. La policía estaba presionada por mostrar resultados ante la sociedad neoyorquina, sin importar si se llevaban por delante a personas inocentes. Hincapié se retractó de su falsa confesión y dijo que en el momento del asesinato de Watkins, él estaba en otra parte de la estación bajando las escaleras, mientras que el ataque se llevó a cabo en la plataforma.
Había evidencias que estaban a favor de Johnny, por ejemplo, los padres de Watkins dijeron que Hincapié no estuvo en el lugar del crimen, no había evidencia de su ADN, además de las declaraciones de los asesinos que decían que él no participó en el robo y la declaración de Luis Montero quién salió de la estación con Johnny en el momento del crimen, sin embargo, a pesar de que estas pruebas demostraban su inocencia, se permitió la falsa confesión.
Sus padres, desde el primer día, buscaron la manera de sacarlo de la cárcel porque siempre creyeron en su inocencia, pero los años pasaron y mientras tanto Johnny hizo una maestría en teología, tuvo un comportamiento ejemplar en la cárcel y en 2012 su caso fue tomado por el abogado Ronald Kuby, quien logró conseguir un nuevo juicio, además, buscó a los testigos para que declararán a favor de Johnny, también logró conseguir todas las pruebas que dieron como resultado final la liberación de Hincapié el 6 de octubre de 2015, luego de estar 25 años y 1 mes en prisión injustamente. Johnny, luego de salir de prisión, se ha puesto al día con la tecnología, se logró adaptar a la sociedad de hoy, ha tratado de recuperar el tiempo perdido y ha compartido más espacios con su familia. Es probable que nunca olvide esos 25 años con sus largos días y largas noches en prisión, pero el tiempo cura las heridas, todos cometemos errores, hasta la justicia lo hace, pero hay errores fatales de la justicia que destruyen vidas, familias, errores que no se pueden enmendar ni con todo el dinero del mundo. Johnny Hincapié nunca debió ir a la cárcel.