A propósito del aborto, en la Corte Constitucional rondaba la posibilidad de un cambio sustancial de esa práctica en el país, los jueces de la República estudiaban su despenalización de modo que hubiera libertad para realizarlo.
Finalmente la jurisprudencia se declaró inhibida y el derecho a practicarlo se mantiene solo bajo las tres causales legales: cuando la gestación constituya peligro para la salud o la vida de la mujer, cuando exista grave malformación del feto que haga inviable su vida y cuando el embarazo sea el resultado de una conducta debidamente denunciada, constitutiva de acceso carnal o acto sexual sin consentimiento (violación), abusivo, o de inseminación artificial o de transferencia de óvulo fecundado no consentida.
Finalmente no hubo ningún cambio en esta ley colombiana, todo quedó como estaba. Pero la coyuntura suscita una oportunidad interesante para descubrir el origen de esa disputa legal (al menos en Estados Unidos) que emprendió una mujer y sus abogadas en el siglo pasado.
Izquierda: Norma Leah McCorvey y a su derecha una de sus abogadas. Foto: Lorie Shaull
El origen de una mentira
En 1970 Norma Leah McCorvey (Jane Roe para efectos del caso) nacida en Luisiana, Estados Unidos, manifestó que había sido violada y estaba embarazada. Recién graduadas y en búsqueda de un cliente a quién defender, las abogadas Sarah Weddington y Linda Coffee convencieron a Norma de mantener la versión de su intensión de abortar. El caso fue conocido como Roe contra Wade (fiscal de Texas), y tras un litigio insistente, finalmente en 1973 la Corte Suprema de los Estados Unidos despenalizó el aborto en 50 estados del país.
Durante el proceso, McCorvey tuvo la bebé que posteriormente dio en adopción, pero en 1987 confesó que todo era una farsa, aseguró que no había sido violada y que por el contrario conocía al padre de su hija y declaró que era una persona que pensaba que quería.
Sarah Weddington, la abogada del caso explicó por qué justificó la historia inventada de la mujer, mencionando que su conducta no había sido totalmente ética y que lo hizo porque pensó que eran razones de peso las que se manifestaban.
Finalmente, con el paso del tiempo, el pensamiento de McCorvey cambió, y en el año 2017 murió declarando ser una mujer católica activista del movimiento provida.
Dato histórico
En el mundo, 58 países permiten el aborto a petición libre de la mujer, 134 lo autorizan bajo ciertas condiciones y 5 lo prohíben bajo cualquier circunstancia. La primera nación que permitió el aborto de forma legal fue la antigua Unión Soviética que, en cabeza de Vladimir Lenin (líder de la Revolución Rusa) concedió el acceso al aborto como “un derecho democrático básico de las mujeres ciudadanas”.