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La noche que lo perdieron todo

Ella se encontraba en estado de shock y se negaba a revivir su historia o recordar detalles más íntimos de lo sucedido.

Por:

Tania Valentina Ramírez Martínez, Julián Stiben Cruz Cortés, Julián Ricardo Ortiz Rubiano

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A las 08:00 AM del 17 de Diciembre de 2022

Camila* despertó en la casa de Natalia, y notó que su ropa estaba manchada, especialmente detrás de su body, además su pantalón estaba roto y presentaba un agujero en la parte trasera. También sentía mucho dolor en su cuerpo, en sus brazos, genitales y tenía moretones. A pesar de todas estas señales, no recordaba lo que había sucedido la noche anterior.

Tenía miedo de enfrentar el “Si te pasó a ti” y de denunciar, pero en su interior sabía lo que había sucedido. A pesar de haber confrontado a Paola, quien lo negó todo, Camila no descarta la posibilidad de que hayan puesto drogas en su bebida y la hayan dejado en ese estado.

La noche del viernes 16 de diciembre de 2022 en Bogotá
Camila se preparó para salir al Bar Flow, en el sector de Chapinero, más conocido como la 51, acompañada de su colega y reemplazo como supervisora, Paola. También asistieron el mejor amigo de Paola, Santiago, la ex novia de Paola, Vanessa, y dos personas más.


Ella es una persona que disfruta de salir con sus amigos, tomar tragos y pasar un buen rato. No es fácil embriagarla hasta el punto de perder la memoria, así que aceptó la invitación sin preocupaciones.

10:45 PM
Al llegar al bar suena reggaetón de fondo, con los artistas del momento, luces estroboscópicas, gritos de emoción y personas cantando. Camila subió a sus redes sociales las primeras historias de la noche, como solía hacer. Sin embargo, una hora después, las historias que publicó eran extrañas y preocupantes.


Su rostro se veía perdido y estaba vomitando en el baño, además de haber perdido la memoria. Antes de eso, tenía en su cabeza la imagen de haber sido forcejeada en el baño y despojada de sus pertenencias. Camila intentaba, dentro del estado en el que se encontraba, buscar por qué se sentía así y recordaba mirar a aquellos que estaban con ella en la fiesta, quienes supuestamente habían ingerido la misma cantidad de alcohol, pero a diferencia de ella, estaban completamente sobrios y conscientes.


1:00 AM del 17 de diciembre de 2022
Paola salió del bar, pero antes de irse le dijo a Camila al oído que sus amigos le tenían ganas a ella, se rio y luego abandonó el lugar. Unos 20 o 30 minutos después, regresó al bar en compañía de Natalia, la mejor amiga de Camila, quien fue a recogerla gracias a las historias que publicó en redes sociales.


Al salir del bar, Camila estaba perdida, desorientada y sin saber qué estaba pasando. Natalia intentó levantar a Camila, ya que la encontró en un estado inconsciente, pero al darse cuenta de que no podía levantarla sola, la dejó ahí mientras Camila intentaba ponerse de pie.


Cuando Camila finalmente logró reaccionar, se encontraba en casa de su amiga Natalia. Durante el trayecto desde el bar hasta la casa de Natalia, que duró aproximadamente 45 minutos, no recordaba absolutamente nada.

21 de Diciembre de 2022
La conversación de Camila con Paola, fue varios días después de sucedido el incidente en el bar Flow. La tensión entre ambas es palpable, pero Camila necesita saber cómo es que Paola sabía dónde guardaba su dinero y además quería obtener información sobre el abuso cometido.

  • Camila: Paola, necesito que me expliques algo. ¿Cómo es que por arte de magia perdí mi dinero?
  • Paola: Estoy trabajando Cami. No puedo hablar. ¿De qué estás hablando? ¿Por qué me preguntas eso?
  • Camila: ¿Me dieron algo aparte del trago? es que usualmente yo no me pongo así de perdida cuando tomo trago. ¿Por qué cuando llegamos al baño del bar, alguien me estaba forcejeando y perdí mi dinero. ¿Tú sabías dónde lo guardaba?
  • Paola: No sé de qué me estás hablando, Camila. Yo no tengo nada que ver con eso.
  • Camila: Paola, por favor. ¿Tú sabes lo que me pasó esa noche? Tengo morados en el cuerpo y estoy sin dinero.
  • Paola: Mira, sí sabía que tenías tu dinero escondido en la bota, pero yo no dije nada. Solo te lo mencioné en una ocasión cuando estabas buscando tu celular y lo encontraste ahí, y sobre los morados creo que ya los tenias esa noche y hasta ahora los viste.
  • Camila: ¿Y cómo sabías que tenía el dinero ahí?
  • Paola: No sé, supongo que lo vi alguna vez o tal vez lo mencionaste en una conversación.
  • Camila: Bueno, gracias por aclarar eso. Todavía no puedo creer lo que pasó esa noche.
  • Paola: Lo siento mucho, Camila. No puedo imaginar lo que estás pasando. Si hay algo que pueda hacer para ayudarte, solo dime.
  • Camila: Un robo lo sufre cualquiera, pero porque lo sientes tanto, o porque dices que no puedes imaginar lo que yo estoy pasando ¿Acaso pasó algo más?
  • Paola: Pues estabas borracha y te robaron, eso debe ser difícil de asimilar. Sabes que estoy contigo para lo que necesites.
  • Camila: Vale, gracias. Si recuerdas algo más de esa noche te pido que por favor me avisas, enserio me siento muy mal.
  • Paola: Dale Cami, que te vaya bien tengo que entrar de nuevo al trabajo hablamos después.
  • Camila: Ok. chao.

Después de su conversación, la tensión entre Camila y Paola disminuyó un poco, pero aún se podía sentir. Camila ahora sabe que no puede confiar en Paola como lo hacía antes, pero al menos ha obtenido una idea de cómo alguien pudo haberla forzado y lastimado sus genitales, además de robarle su dinero.

En Bogotá, casos como el de Camila y Daniel no son raros. Daniel fue presuntamente escopolaminado en una estación del sistema de transporte público mientras esperaba su autobús.


3 de febrero de 2023
Daniel fue víctima de un presunto robo con escopolamina en la estación de la Granja carrera 77 del sistema de transporte público. Según su relato, mientras esperaba su autobús, dos personas extranjeras se acercaron a él para pedirle indicaciones.


Poco después, un supuesto vigilante de la estación se les acercó exigiendo el uso del tapabocas dentro del sistema. Como Daniel no tenía, uno de los ciudadanos extranjeros sacó uno sellado de su maleta y se lo ofreció.
Alrededor de 8 o 10 minutos después de usar el tapabocas, Daniel comenzó a sentirse mareado y con destellos de luz, perdiendo el control de su cuerpo. Al día siguiente, despertó en un hospital sin memoria y con sed, sequedad en los labios y las pupilas completamente dilatadas.


El personal del hospital sugirió que había sido escopolaminado para robarle sus pertenencias, ya que Daniel no tenía ninguna de ellas y sus tarjetas de crédito habían sido utilizadas para hacer retiros en efectivo hasta el límite permitido.

Los expertos del Centro de Orientación y Tratamiento de Adicciones de Vitoria-Gasteiz hablan de los efectos y uso de la escopolamina, llamada también burundanga. La cual llega a controlar los sentidos de las personas y ponerlas en un estado de sumisión. Las personas a menudo pierden la memoria y son robadas mientras están bajo su efecto. Aunque estos casos no son raros, pocas víctimas los denuncian y, en la mayoría de los casos, el agresor nunca es identificado.


Juan Camilo Reyes, un influenciador de redes sociales, ha sido uno de los pocos en contar públicamente su experiencia con esta droga, brindando detalles de los síntomas y la pérdida de memoria que pueden experimentar las víctimas. Sin embargo, todavía falta información sobre cómo denunciar y prevenir estos robos.


En uno de sus videos virales, Juan Camilo habla sobre cómo lo escopolaminaron y robaron sus pertenencias. Relata su historia desde que llegó al bar llamado Video Club con sus amigos y, hacia las 12:30 AM, cuenta que sintió hambre y salió a comprar algo de comer en uno de los almacenes de cadena OXXO que están habilitados las 24 horas.


En su relato indica que estaba en el sector de Lourdes y temía estar ahí por la hora, ya que es un sector solitario y poco seguro. Lo que lo llevó a tomar la decisión de estar con sus amigos en el parque llamado “Los Hippies” Un parque rodeado de bares donde, a pesar de la hora, hay tránsito de personas y cuenta con un CAI (Estación de Policía) junto al parque.


Cuenta en su video que una persona se acercó a pedir un encendedor para su cigarrillo, y que bastante confianzudo aprovechó el momento para iniciar una conversación. Iba acompañada de un grupo de 3 personas entre los 23 y 26 años, que contaban su historia de vida en la ciudad de Bogotá.


En medio de la conversación le ofrecieron a Juan Camilo y su amigo Andrés unas cervezas, las cuales ellos vieron selladas y no dudaron en aceptar, ya que el parque de Los Hippies es un espacio común para compartir y conocer personas. Luego de esto, el grupo que se acercó a Juan Camilo y Andrés, empezó a realizar una ronda de “Shots” (Trago en pequeñas cantidades) de una botella de Ron que tenían.


Este grupo de personas bebió su “Shot” frente a Juan Camilo y Andrés y luego les ofrecieron un shot a cada uno, el cual tampoco dudaron en aceptar ya que ingenuamente creyeron que estas personas solo buscaban hacer amigos. La noche transcurría, hablaban temas de interés para el grupo, como el bar en el que estaban, las historias de sus parejas sentimentales, y datos adicionales.

Minutos después, vuelven a ofrecerles otros “Shot” y Juan Camilo y Andrés, después de haber compartido, tampoco dudaron en volver a recibir licor. Es luego de esto que Juan Camilo, en su denuncia, relata que se empezó a sentir raro, con sus músculos tensos y más mareado de lo que debería estar con tan solo dos “shots” de Ron y una cerveza.


Recuerda que se sentía ansioso, se movía y tocaba, al ver estas reacciones, el grupo de personas les pidió alejarse del lugar, insinuando que era posible que por las altas horas de la noche, la Policía los molestara.

01:00 AM
Juan Camilo y Andrés deciden moverse con el grupo a otro parque cerca de la Universidad de La Salle, ubicado a 5 cuadras, que caminando son aproximadamente de 4 a 5 minutos. Mientras Juan Camilo caminaba hacia ese parque, cuenta que todo se le nublo, no se acuerda de más.


Horas después, la siguiente imagen que vuelve a Juan Camilo es de ansiedad, queriéndose quitar cosas, jalándose la ropa. Y logra notar que nuevamente está en el pasillo del bar del que había salido horas antes. Confundido, desorientado, sin entender nada.


Su primera reacción después de estos hechos fue buscar su teléfono para avisarle a alguien y es ahí donde se da cuenta que no tenía ninguna de sus pertenencias, ni sabía donde estaba su amigo Andrés. No sabía la hora, tampoco cómo llegó al bar, ni cuánto tiempo duró sentado en el pasillo.


Como pudo se levantó, salió del bar y buscó a las personas con las que había ido al bar video club y a su amigo Andrés. Pidió a un desconocido prestado un celular para escribir por Instagram a alguien, su mensaje fue confuso “Hola, amor, ayúdame. Estoy en Hippies, solo, sin chaqueta, sin celular, sin billetera. ¿Qué hago? Auxilio”


04:00 AM
Regresó al parque de Los Hippies creyendo que el grupo de personas con el que iba estaría ahí con su amigo Andrés, pero inmediatamente vuelve a su cabeza que estaba solo, sin celular, sin dinero, sin saber qué pasó y no entendía que en definitiva lo habían robado.


En su relato, mientras caminaba y gritaba el nombre de su amigo Andrés en el parque, recuerda la angustia que sentía. Finalmente, lo encontró en el suelo con la mirada perdida, moviendo sus manos como si estuviera “escarbando” (buscando) algo en la tierra. En ese momento, también se dieron cuenta de que Andrés tampoco tenía sus pertenencias.


04:30 AM
Caminan hacia la casa de Juan Camilo, no sabe cómo, continuaba con imágenes difusas y nubladas.

06:00 AM
La mamá de Juan Camilo, preocupada, le pregunta si lo habían robado, ya que en sus tarjetas de crédito realizaron varias transacciones, de montos de 200.000, 400.000, 700.000 mil pesos colombianos, que al final llegaron a sumar aproximadamente 10 transacciones de este tipo de valores.


Actualmente, las víctimas de estos sucesos han tenido consecuencias. Por un lado, Camila temió poner una denuncia porque no quería sentir que realmente había sido víctima de algo así. No quería sentir que alguien afirmara que ella había pasado por tal situación. A partir de allí, Camila empezó a ver su vida de manera diferente. Vive con miedo de salir sola o con gente desconocida después de lo sucedido. No sale con personas diferentes a su pareja, familia y amigos muy cercanos. Aún tiene pocos recuerdos de lo sucedido, lo que hace que se afecte bastante por esta situación. Ha pasado por ataques de pánico y ha dejado de disfrutar espacios en los que haya una fiesta debido a esta situación.


Por otra parte, Daniel llegó a poner la denuncia ante la Fiscalía General de la Nación, la cual, por falta de material probatorio, fue cerrada y actualmente continúa llevando su vida, entre amigos, familiares, su trabajo y universidad, a pesar de que tocar el tema le causa conflicto y mueve fibras dentro de sí.


Finalmente, Juan Camilo también entabló la respectiva denuncia ante las autoridades y decidió contar su historia al mundo por medio de sus redes sociales, logrando un gran alcance e incluso comentarios de personas que han tenido que pasar por estas mismas situaciones. Esto ayudó a enviar un mensaje de cuidado y alerta a los jóvenes.


**Los nombres de Camila, Paola, Natalia, y Daniel fueron cambiados para proteger sus identidades.

| Nota del editor *

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