Yineth Bedoya contó de nuevo su triste historia; la historia de secuestro, tortura y violación de la que fue víctima en 2000, en la cárcel La Modelo de Bogotá, por parte de dos paramilitares de la época: alias JJ y Huevoe Pisca, quienes a su vez, cumplirían órdenes del hoy general (r) José Leonado Gallego, entonces director de la Dijín.
El motivo: las investigaciones que adelantaba en torno a la guerra entre paramilitares y guerrilleros de las Farc al interior del centro carcelario.
A las 9.15 de esta mañana, Bedoya, notablemente afectada, llegó acompañada por el procurador general, Fernando Carrillo, a la calle 31 número 6-20, a los Juzgados Penales de Bogotá y Cundinamarca. A la audiencia acudió un número elevado de personas, entre ellas, la Personera de Bogotá, Carmen Teresa Castañeda , la Representante a la Cámara, Ángela María Robledo, periodistas de medios masivos nacionales e internacionales, y representantes de organizaciones de derechos humanos locales y extranjeros.
A la prensa se le restringió el ingreso argumentando razones de seguridad. ¿Para quién?. no nos dijeron. Pero se sabe que en el caótico inicio del siglo XXI la guerra interna con apoyo de militares activos, incluía el acceso de armamento pesado y explosivos.
Hoy, con salvas de apoyo, “Yineth, estamos contigo”, la periodista, que entonces trabajaba para El Espectador y hoy lo hace para El Tiempo, ingresó a los juzgados de la mano del procurador Carrillo. Y pidió, que las víctimas no sean revictimizadas porque así, el dolor parece infinito. Y recordó también el incontable número de personas, de mujeres que, por efecto del conflicto interno de más de medio siglo, sufrieron la crueldad de integrantes de grupos armados. Para el caso, de la extrema derecha dejando víctimas mujeres, pero también, hombres.
En el aciago mayo de 2000, Bedoya duró diez horas en cautiverio, durante las que fue torturada y sometida a ultrajes sexuales, para ser abandona después en un terreno vacío, cerca a Villavicencio. En febrero de 2016, otro paramilitar, alias el panadero, aceptó ser coautor de los delitos de secuestro simple, tortura y acceso carnal violento, pidiendo perdón. En los hechos estarían involucrados también, Ángel Gaitán Mahecha, Miguel Arroyave, Víctor Carranza y el mencionado coronel Gallego.