Adultos mayores se encuentran postrados en camillas e inadecuadamente ubicados en pasillos, esperando atención médica por días. Las familias de los afectados exigen respuestas y responsabilizan al hospital por la precaria situación, mientras la institución asegura que la falta de pago por parte de las EPS retrasa los procedimientos médicos.
Escenas como estas se viven en la Fundación Cardioinfantil de Bogotá, donde pacientes de edad avanzada, algunos incluso mayores de 85 años, se encuentran postrados en camillas o sillas en condiciones precarias, algunos incluso desde hace 8 días, sin acceso a camas adecuadas. La indignación y la impotencia reinan entre los familiares de los pacientes, que denuncian la falta de atención oportuna y digna por parte del hospital.
La unidad de hospitalización se ha convertido en un escenario de hacinamiento extremo, donde pacientes comparten espacios que no ofrecen las garantías mínimas de bienestar, algunos incluso en camillas ubicadas en los pasillos. Esta situación, de por sí alarmante, se agrava aún más por la falta de camas disponibles, hecho que obliga a los pacientes a permanecer en estas condiciones deplorables durante días, incluso semanas.
Los familiares de los pacientes afectados narran historias desgarradoras sobre la situación que se vive en la Fundación Cardioinfantil. Una mujer relató que su padre, un hombre de 87 años con problemas cardiacos, lleva 5 días en una camilla en un pasillo, sin acceso a baño ni la atención médica que necesita. Otro familiar contó que su madre, una paciente de 85 años con diabetes, ha tenido que compartir una cama con otra persona, lo que ha generado peleas y malestar entre los pacientes.
Ante la ola de denuncias, la excusa de la Fundación Cardioinfantil es la falta de pago por parte de las EPS, que según el hospital, no autorizan ni pagan por los procedimientos médicos necesarios, lo que genera un retraso en la atención y en darles el alta médica a los pacientes. Sin embargo, esta explicación no convence a los familiares, quienes aseguran que la situación se ha vuelto insostenible y que la salud de sus seres queridos está en grave riesgo.
La Superintendencia de Salud ha confirmado la gravedad de la situación. Según la entidad, en el último año se han presentado más de 100 quejas relacionadas con la atención en la Fundación Cardioinfantil, principalmente por demoras en la atención, falta de oportunidad y calidad en el servicio.
Por esta razón, la Superintendencia le ha hecho un llamado urgente a la Fundación Cardioinfantil para que tome las medidas necesarias para garantizar la atención oportuna y digna de los pacientes. Además, ha iniciado una investigación para determinar si se han presentado irregularidades en la prestación del servicio.
La salud es un derecho fundamental, y como consagra la Constitución Política de Colombia, todos los ciudadanos deben tener acceso a una atención médica digna y de calidad. Las autoridades deben garantizar que este derecho se cumpla y que este tipo de situaciones no se repitan.
Este caso pone en evidencia la necesidad de fortalecer el sistema de salud en Colombia y de garantizar que todas las personas tengan acceso a una atención médica oportuna y de calidad, independientemente de su condición económica o social.
