El pasado 26 de octubre, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) confirmó que a través de un avión Boeing 747 modificado, el Observatorio Estratosférico de Astronomía Infraroja (SOFIA), comprobó que entre las diferentes sustancias de la Luna hay presencia de una cantidad de agua.
Durante hora y media, el observatorio realizó una transmisión con 4 panelistas, donde mediante el hashtag AskNasa, los espectadores podían realizar preguntas a los invitados sobre el plan de exploración lunar y los hallazgos en el proceso.
"Buscar agua en todo el sistema solar es algo que hemos estado haciendo durante bastante tiempo y hemos aprendido que la luna encaja perfectamente en esa estrategia", afirmó Paul Hertz, director de la división de astrofísica en la NASA. La polémica por el hallazgo Aunque para muchos, el hallazgo representa una posibilidad de vida fuera del planeta tierra para la humanidad, realmente no se ha comprobado que este líquido sea apto para el consumo humano, además EE.UU y otros 9 países planean realizar minería en la luna y extraer recursos que contribuyan a un desarrollo espacial sostenible mediante el Acuerdo de Artemisa. Este acuerdo contiene una serie de disposiciones para que los gobiernas y empresas que quieran acceder a los recursos lunares lo hagan responsablemente y compartiendo los hallazgos científicos con los demás para proteger el patrimonio lunar. "Artemisa será el programa internacional de exploración tripulada más grande y diverso de la historia, y los Acuerdos de Artemisa serán el vehículo para establecer esta coalición global única", afirmó Jim Bridenstine, administrador de la NASA. Sin embargo, EE.UU no comparte esta idea, sino que quiere privatizar aquellos recursos lunares mediante las "zonas seguras", que son demarcaciones específicas donde cada país puede tomar minerales sin que otro intervenga o se provea de aquellos. Olvidando que desde el inicio de las exploraciones espaciales en 1957, el Comité para los Usos pacíficos del Espacio Exterior (COPOUS) y durante la Asamblea General de Naciones Unidas de 1959 crearon el Tratado del Espacio Exterior (OST), el cual afirmaba que los recursos espaciales eran propiedad de la humanidad y por lo tanto no podían ser reclamados como propios o negociarse comercialmente. Otros hallazgos en la Luna Además de agua, otros elementos han sido hallados en la luna o cerca de ella como las minilunas y masas de hierro y níquel, lo que permite crear nuevas teorías sobre los elementos que componen este elemento espacial y los aportes negativos y positivos de los recursos que hay en su suelo. Por otra parte, se ha comprobado la relación directa que tiene la luna con nuestro planeta, gracias al estudio de los movimientos de la tierra y la gravedad de la luna. Otros países como China, han llevado las investigaciones a un nivel más biológico, plantando y dejando larvas en el suelo lunar para estudiar otro tipo de comportamientos y posiblemente crear colonias o huertos lunares. "Queremos estudiar la respiración de las semillas y la fotosíntesis en la Luna", afirmó Liu Hanlong, director del experimento y vicepresidente de la Universidad de Chongqing a la agencia de noticias Xinhua. Cada exploración es una oportunidad de conocimiento para el Planeta Los avances tecnológicos de la NASA y los descubrimientos astrofísicos de las propiedades terrestres, han inspirado la creación de artículos sofisticados que contribuyen al bienestar de la humanidad, como termómetros, GPS, utensilios de cocina hechos de teflón, entre otros. Aunque el daño ambiental ocasionado por la contaminación y malos usos de algunos de estos elementos es significativo a nivel mundial, también ha sido posible avanzar en temas como comunicaciones, salud, meteorología, medioambiente, etc. Además, cada descubrimiento contribuye a la construcción de la historia de la humanidad y abre un nuevo espectro sobre las otras formas de vida posibles que rodean al planeta tierra, las cuales son importantes para entender el funcionamiento de la naturaleza y crear hipótesis sobre acontecimientos que desencadenan catástrofes o transformaciones en la vida interplanetaria. "Incluso después de 11 años de operación en la Luna, todavía estamos haciendo nuevos descubrimientos sobre la historia antigua de nuestro vecino más cercano”, afirmó Noah Petro, científico del proyecto Orbitador de Reconocimiento Lunar (LRO).