Por: Sebastián Casas
El Congreso de Colombia representa la rama legislativa de los poderes públicos del país y que alberga un espacio de legislatura bicameral de la República de Colombia conformado por el Senado y por la Cámara de Representantes.
Este estamento del Estado tiene su sede en el Capitolio Nacional ubicado en la plaza de Bolívar en la ciudad de Bogotá, capital de la República de Colombia.
El Congreso es un cuerpo colegiado conformado por 102 senadores y 166 representantes,3 en el que cada uno, dentro de sus respectivas comisiones, tiene igualdad de poder y de responsabilidad.
Tanto los senadores como los representantes son elegidos a través de una elección directa que se realiza cada 4 años, teniendo la posibilidad de ser reelegidos. La votación de los senadores corresponde a una circunscripción nacional, junto con dos escaños de circunscripción especial indígena.
Por su parte, la votación de los representantes corresponde a una circunscripción departamental, salvo en Bogotá en donde se da una circunscripción distrital y escaños adicionales para comunidades indígenas, afrocolombianas, comunidades colombianas en el exterior y minorías políticas
El artículo 114 de la Constitución de Colombia de 1991 proclama al Congreso como el máximo órgano representativo del poder legislativo. Según el artículo 114, le corresponde al Congreso de la República de Colombia reformar la Constitución, hacer las leyes y ejercer control político sobre el gobierno y la administración.
Actualmente el programa Congreso Visible de la Universidad de los Andes y el “Observatorio Legislativo” de la Universidad Nacional de Colombia le hacen seguimiento al Congreso de la República.
Ausentismo, ¿Qué es y cómo afecta el trabajo parlamentario?
De acuerdo a lo que podría llamarse ausentismo o la definición del termino en el lenguaje ciudadano y propio del parlamentarismo y propio también de los resultados que ha buscado este trabajo investigativo, se puede definir como la incapacidad de asistir a trabajar al parlamento, en este caso Congreso, es decir, faltar a su trabajo o también se interpreta que asiste, anuncia su llegada o asistencia, pero no participa de los debates, discusiones y/o aprobaciones de alguna norma, ley, proposición que se discute en la corporación.
Teniendo en cuenta esa primera definición de ausentismo, tener claro cómo afecta el desarrollo del trabajo legislativo también es fundamental en esta investigación periodística. No asistir al Congreso afecta el trabajo personal y en conjunto de todos los congresistas, el trabajo legislativo depende, en muchos casos, del quórum que haya en la corporación, por ejemplo:
La relación directa del quórum es máxima para el debate de las ideas en la corporación: un quórum deliberatorio, que se define con la cuarta parte de la corporación o Congreso Cámara de Representantes y se puede deliberar sobre un tema, pero no tomar decisiones o votar un tema; otro tipo quórum decisorio, este sí permite tomar ciertas decisiones, que se define por las dos terceras partes de la corporación o Congreso o Cámara de Representantes se toman las decisiones con mayoría calificad, cuando se habla de las tres cuartas partes se refiere a una mayoría especial o mayoría simple con la mayoría de los representantes.
Lo anterior definido así: cuando no hay quórum, ni siquiera el mínimo que es el simple, la sesión no se puede llevar a cabo, cuando existe el deliberatorio, pero no el decisorio ninguna decisión se podrá tomar. Cuando no hay quórum, se sesión se cancela y se re agenda, cancelando y posponiendo la agenda que ya estaba programada.
En las decisiones decisorias se votan proyectos de ley, leyes estatutarias o reformas constitucionales. Al no haber quórum, en algunos casos, las votaciones de esas iniciativas parlamentarias quedan pospuestas para otro día, atrasando el trabajo legislativo. En algunos casos, el atraso de los debates y en ese sentido de las votaciones, implica que el tiempo se acorta para la vida de aprobación de las leyes, reformas. Finalmente, la no votación o discusión de las iniciativas lleva que el proyecto.
Una mirada con lupa…
Una de las mayores críticas que se le hacen al Congreso como órgano legislador, es el ausentismo de sus funcionarios, lo que afecta el debido y buen funcionamiento de la corporación elegida por todos los colombianos.
Esta investigación ha tenido acceso exclusivo a actas de registro y control, asistencia hora de llegada y salida de algunos cabildantes del Congreso de la República. Si bien el tiempo que pasan los congresistas en el recinto de la corporación es alto, es decir, la regla general es la de buen comportamiento, destacan algunos nombres sobre otros que su hora de llegada y salida sobre sale por entre los demás.
Empezando por la Cámara de Representantes, la representante del Partido de la U, Sara Elena Piedrahita, registró en la pasada legislatura un total de seis fallas, que representan el 85% de las sesiones totales de la corporación. Piedrahita registró 2 horas y 9 minutos tarde: sesión del 31 de julio: se registró 2 horas y 13 minutos tarde; sesión del 23 de julio: se registró 2 horas y 9 minutos tarde.
Otro representante que se destaca, no precisamente por su puntualidad, es Edwin Alberto Valdés del Centro Democrático, quien registró cuatro llegadas tarde, 57% de las sesiones.
Continuando con el Partido de la U, José Edilberto Caicedo, miembro de la Comisión Quinta, llegó tarde a más de tres sesiones y a otra ni asistió.
Sesión del 13 de agosto: se registró 2 horas tarde; Sesión del 6 de agosto: Se registró 2 horas y 12 minutos tarde; Sesión del 30 de julio: excusa; Sesión del 23 de julio: Se registró 1 hora y media tarde.
En esta última toma de asistencia, se observan dos nombres que sobre salen: Caicedo y John Jairo Roldán Avendaño, quien llegó tres horas tarde para la sesión del 13 de agosto, mucho más que el resto de sus compañeros.
Otro caso a observar es el del pasado Presidente del Senado, Arturo Char, quien fue catalogado como el “rey del ausentismo” por los medios de comunicación. En una alianza con “Trabajen Vagos”, se pudo evidenciar que sus fallas son abrumadoras, alcanzando casi 32 incapacidades por temas relacionados con su salud, en algunos casos, cuestionables.
Otro cuestionado personaje es el ex senador Eduardo Pulgar del Partido de la U, actualmente el Consejo de Estado, a través de la Sala Especial de Decisión de Pérdida de Investidura número 24 del alto tribunal, decretó la pérdida de investidura de Eduardo Enrique Pulgar Daza. Esta decisión implica que el no podrá volver a hacer política, por haber intentado sobornar a un juez.
En este caso de Pulgar, resulta llamativo que en su primer y parte de su segundo periodo haya faltado a 24 plenarias del Senado de la República.
Consecuencias de la falta de compromiso legislativo
El ausentismo en algunos casos es el principal impedimento para el avance de las iniciativas parlamentarias por el tipo de votación que se requiere o por la discusión que exige, según la norma, un quórum especial.
En esta legislatura que finaliza en el 2021, varios proyectos se han quedado cortos de tiempo para ser debatidos, casi hundidos por falta de asistencia de congresistas o simplemente hundidos por una estrategia política que ha ido calando: romper el quórum para impedir que las discusiones avancen.
Un caso reciente es el del proyecto de ley que reconoce al campesinado colombiano como sujeto de derechos, quedo al borde de ser hundido por la falla en el recinto del Congreso de los partidos de Gobierno. La propuesta debe aprobarse en la segunda semana del diciembre de 2021, al cumplirse cuatro debates, los tiempos podrían hundirlo por falta de tiempo.
Otra iniciativa que está punto de ser vencida por los tiempos legislativos es el acto legislativo que cambia las normas por la que se rige la elección del Fiscal Genera, que busca que la Corte Suprema la que conforme la terna o grupo calificado para competir por el cargo que encabeza la rama judicial del país. Esa iniciativa es de orden constitucional, lo que implica ocho debates y los primeros cuatro deben estar aprobados en la segunda semana de diciembre del 2021. Los tiempos parecen no estar a favor.
Una última iniciativa que ha tenido el apoyo ciudadano, pero no parlamentario para su aprobación, es la que propone la reducción del receso o vacaciones de los congresistas de cuatro a dos meses.
A la iniciativa que tiene como autor y ponente al representante Gabriel Santos del partido Centro Democrático, le restan un poco menos de un debate para que sea aprobada, al escribir esta investigación, la iniciativa parece haber logrado vencer el mayor enemigo de en cierre de legislatura: el tiempo. Si logra ser aprobada para antes del cierre de sesiones ordinarias, que van hasta el 16 de diciembre, momento en el cual debió ser aprobada en Cámara, haber cursado su trámite en Comisión Primera de Senado. Puede cantarse victoria con esos tiempos, de lo contrario, habrá sido en vano el tiempo que se invirtió en esa propuesta.
Una mirada desde la investigación
Esta investigación ha logrado recoger pruebas, enfocadas a informar, que dan luz de una problemática que ha estado incrustada en la política por años, debilitando el único órgano que es capaz de hacer reformas de fondo y cambiar la vida de millones de personas en Colombia: el Congreso de la República.
El periodismo ha contribuido a esta construcción que tiene por objeto servir a quien lo lea, lo compare, lo estudie y comparta para aportar en otros espacios de discusión. Lo escrito aquí ya habrá sido dialogado en otro espacio, puesto en consideración en una conversación en alguna esquina de Colombia, estas páginas solo habrán servido de anaquel para recopilar algunas aristas.
El periodismo es una herramienta que le de servir a todos para algo en algún momento, este podría ser uno para quien vea para bien leer y entender un poco del poder que usted mismo ha estudiado, votado y elegido: el Congreso de Colombia.