Ser EX, tituló en El Tiempo Margarita Rosa de Francisco la columna publicada ayer jueves (27).
Fue este, entonces, motivo de comentarios con los estudiantes de En medio del trancón.
Diversos puntos de vista se expusieron en la mesa, en torno a lo que significa convertirse en EX. Porque como dice la columnista, Siempre seremos ex de cualquier cosa. Por mucho que protagonicemos episodios en la historia del mundo o en la vida de otros, hay alguno en el que no lo logramos porque nos reemplazan, o porque ese lugar ya no existe o porque, tal vez, en un momento de lucidez, por cuenta propia, decidimos que ya nuestro tiempo terminó y con gusto o con ardor cedemos ese puesto a alguien.
Y agrega más adelante De Francisco: No sé cuáles son los tips para ser buenos ex, pero no hace daño reflexionar sobre el origen de la dificultad para asumir ese rol secundario.
Aunque voluntariamente nos apartemos de la vida de alguien o de algo, cuando vemos que hay otro que viene a llenar el espacio vacío, en ocasiones el ego se resiste a registrar esa realidad y a integrarla en su sistema, como si ese pedazo de no ser fuera su anulación absoluta, un pequeño bocado de la nada que le cuesta digerir.
En efecto, conversábamos en cabina, el ego que no está bien cimentado se resquebraja.
Pero no sólo pasa en el amor: también en la política con los imaginarios de poder que se ciernen sobre muchos, quienes, incapaces de aceptar el fin de su capítulo, lo mantienen de manera indefinida a través del tiempo. Y, en Colombia tenemos un caso más que evidente, cuestionado, y sufrido también por muchas personas a través del tiempo.
Es decir, este tema vale la pena pensarlo a nivel personal evitando caer en la soberbia del despecho.