Desde tempranas horas de la mañana de ayer, miles de ciudadanos venezolanos que huyen de la situación actual de su país, se agolparon en el cruce de frontera en el puente de Rumichaca, que marca la división territorial entre Colombia y Ecuador, con el fin de poder llegar a este último, bien sea para rehacer sus vidas en suelo ecuatoriano, o para seguir su tránsito hacia los demás países de Suramérica.
Esta desesperada medida de los migrantes se da, luego de que, ante el alto flujo migratorio que ocasionan los venezolanos en este país, el presidente de Ecuador Lenin Moreno decreto la imposición de un visado con carácter humanitario tanto para quienes piensen quedarse allí como para quienes solo este de paso para poder llegar a Brasil, Perú, Chile y Argentina.
Esta drástica medida determina que los venezolanos deberán hacer un extenso proceso que implica la solicitud de este documento a través de una página creada por la Cancillería del Ecuador, el agendamiento de una cita para dicho trámite que se harán solo en las oficinas consulares del país en Caracas, Bogotá y Lima, y un cobro por todos los trámites de 50 dólares (169.000 pesos).
Esta nueva disposición del Gobierno de Quito ha causado el malestar de los migrantes ante los requisitos impuestos y el alto costo del proceso: “La visa vale en Ecuador 50 dólares, pero déjame decirte, no te quitan 50, te van a quitar 150, 200, 300 dólares que no tenemos. No tenemos ni para comprar la comida, lo básico y no llegamos” afirmo a la agencia EFE la migrante Oscarina del Rio, proveniente de la ciudad de Valencia y que tuvo que adelantar su viaje ante la medida, para poder llegar a Ecuador y buscar recursos para sostener a sus cuatro hijos que se quedaron en Venezuela.
Con la imposición de la medida, la ciudad fronteriza de Ipiales tuvo un incremento del flujo de migrantes que recibía, que antes era de 1.800 personas cada día a casi 7.000, por lo que los estamentos gubernamentales decretaron la calamidad pública manifiesta en la localidad, lo que facilita un giro extraordinario de recursos para manejar esta situación.
A tan solo pocas horas de que se cumpliera el plazo dado por el gobierno ecuatoriano para quienes querían llegar a su territorio, el puente recibió más de 11.000 personas, a las cuales, llegada la medianoche, que era la hora límite en la que se ponía en rigor la restricción, se les entrego un brazalete con el que se permitía el paso provisional y la prioridad para hacer el trámite migratorio en el puesto de Tulcán o en el interior del país. Quienes llegaron después, deberán empezar el proceso de visado ante la respectiva Embajada en Bogotá.
Para aminorar el malestar de los venezolanos, el presidente Moreno también anuncio una amnistía administrativa para lograr la regularización del estatus migratorio de los caribeños que se encuentran de manera ilegal en esta nación.