Desde hace algún tiempo, medios internacionales han dado a conocer las imágenes de miles de ciudadanos centroamericanos, en especial salvadoreños, quienes deciden abandonar lo poco que tienen en su país, para emprender la carrera contra reloj y llegar a la tierra del ‘Tío Sam’, réplica del paraíso divino entre los mortales.
Sin embargo, no todo es lo que parece. Desde la época del presidente, Franklin Delano Roosevelt, quien instauró el salario mínimo en ese país en 1938, el ingreso básico para los trabajadores de la primera economía sobre el planeta
aumentó de manera paulatina hasta hace 10 años, cuando se estancó y no ha volvió a aumentar.
Actualmente, un trabajador recibe 7,25 dólares por hora de trabajo (23.299 pesos colombianos) al cambio de hoy; sin embargo, en los últimos días, México tuvo que enviar a la frontera con El Salvador, agentes de la Marina para contrarrestar la ola migratoria que desde hace algún tiempo utiliza ese corredor como punto clave para el ingreso a suelo estadounidense.
Según algunos medios, el próximo 24 de julio se espera un aumento en el salario básico de ese país, hecho que seducirá a más de uno, a dejar lo poco que tiene en su país en busca de un mejor futuro.
Según versiones de inmigrantes residentes en EE.UU., el sueldo devengado por hora laboral no alcanza a cubrir los gastos por conceptos de arriendo, salud, pensión y demás. En una entrevista para la agencia EFE, Walter Téllez, quien tuvo que dejar lo poco que tenía en su país natal El Salvador, reveló algunos aspectos de su vida en ese país. “No alcanza para nada, la plata que me gano es como si se la llevara el viento; después de pagar renta y mandar algo a los familiares que tuve que dejar en mi tierra; a veces no me alcanza ni para comer”, señaló.
Por su parte, Daniel Hernández, oriundo de México y quien reside en el estado de Georgia afirmó que de los 5,15 dólares (16.535 pesos colombianos) que gana por hora trabajada, no alcanza a cubrir las necesidades del día a día.
Si bien el salario mínimo en EE.UU. parece estar congelado en el tiempo, las miles de personas que han decidido migrar hacia ese país, aseguran que ante la falta de empleos y sueldos miserables en sus naciones, se ven obligados a emprender el rumbo que en muchas ocasiones no tiene regreso. Algunos niños son separados de sus familias, y en ocasiones son desintegradas por completo. Ayer, se conoció de las pésimas condiciones en las que son recluidos los ilegales capturados en su intento de cruzar la frontera.
Aún así, son miles los brazos abiertos de latinoamericanos que escogen a EE.UU. como el país preferido para cumplir sus sueños y un mejor futuro para sus familias. Según un estudio de National Employment Law Project, reveló que ante la inflación registrada en la primer economía del mundo, los 7,25 dólares que se pagan por hora de trabajo, se reducen a 6,11.
Así mismo se conoció que para lograr costear los gastos de vivir en la primera potencia, ícono del primer mundo, la mayoría de latinos deben trabajar un poco más de 50 horas diarias a la semana, repartidos en varios trabajos a la vez, renunciando en muchas ocasiones, a cualquier vida social.
