La Sierra Nevada de Santa Marta es una montaña única con forma de pirámide que se encuentra en el extremo norte de los Andes, en el norte de Colombia, la UNESCO la declaró Reserva de la Biosfera y Patrimonio de la Humanidad, en 1979, dada la red de ecosistemas que albergan innumerables formas de vida, como más de 1000 especies de animales endémicas, lo que quiere decir que solo habitan en este lugar, y que son hogar de varias comunidades indígenas. Esta imponente montaña se ubica en el norte de Colombia y ocupa los departamentos de Magdalena, La Guajira y Cesar.
Es un ecosistema con zonas de glaciares, páramos, bosques secos y playas cristalinas, en sus laderas viven cuatro pueblos indígenas diferentes, pero emparentados entre sí como lo son:
Los Arhuacos (o ikas) viven al sur de la Sierra Nevada de Santa Marta, Los Wiwas, su nombre significa “cálido”, lo cual se debe probablemente a que ocupan la zona baja de la sierra, Los Kogui: esta comunidad ocupa la zona norte y Los Kankuamos ocupan la zona oriental, en el departamento del Cesar; juntas las comunidades suman más de 30.000 personas.
Desde inicios del presente año la Sierra Nevada se ha visto afectada por el fuego, en Magdalena se han presentado 36 incendios forestales en 2020, de los cuales 20 son en la Sierra Nevada, Sin embargo, el pasado viernes 20 de marzo se registró el más reciente incendio forestal en la zona, las llamas iniciaron a la altura de los cerros de Tigrera, en el corregimiento de Minca y se extendieron hacia Los Cominos de Tamacal, en inmediaciones del corregimiento Azúcar Buena, así como hacia el cerro de la vereda Guatapurí.
A pesar del esfuerzo de varias entidades, como el Cuerpo de Bomberos, Policía, Ejército, Defensa Civil y la Unidad Nacional del Riesgo, las llamas no han parado en el sector de Tigrera, ubicado en el corregimiento de Minca en Magdalena, y en la zona llamada Altos de Don Jaca, 10 focos han calcinado centenares de hectáreas de vegetación nativa, sin conocer aún la cantidad exacta de fauna y flora que ha sido calcinadas.
Ante la situación el gobernador del Magdalena, Carlos Caicedo, pidió el apoyo de la Fuerza Aérea de Colombia para que prestara uno de sus helicópteros y así poner fin a las llamas desde el aire, por otra parte,la Dirección de Antinarcóticos de la Policía Nacional también dispuso de dos aviones cisterna AT-802, cada uno con capacidad de recarga de 800 galones de agua, que son cargados en Valledupar.
Una de las hipótesis que se vienen manejando es que el fuego habría sido causado por habitantes de esa zona que en su intención por limpiar la tierra para cultivos, adelantaron una quema que se salió de control.
Según el mandatario, estos incendios en la Sierra Nevada evidencian los efectos del cambio climático y la ausencia de medidas drásticas para adaptar el territorio a este fenómeno global. “La práctica equivocada de las quemas controladas de algunos pobladores para preparar la tierra, aflige a la Sierra. Reitero el llamado a la sensatez y sentido cívico, pero sobretodo a abandonar esta mala práctica de quemar la cobertura vegetal para actividades agrícolas”.
Por último, se hace una invitación a la apropiación de nuestro entorno. Es pertinente recordar la importancia ecológica que tiene la Sierra Nevada de Santa Marta y la excelente representación de la flora y la fauna de toda América. Sin dejar de lado a todas las comunidades indígenas que también representan al país.