El sucesor del primero de los Apóstoles a principios de 1964, después de más de 2000 años emprendió un viaje agotador a Oriente Medio, con múltiples traslados tras las huellas de las comunidades cristianas asentadas allí desde los tiempos apostólicos.
Primero lo hizo San Pablo VI; en 2000 San Juan Pablo II; en 2009 Benedicto XVI y en 2014 el papa Francisco. La visita del primero tuvo carácter espiritual; la de Juan Pablo II fue una peregrinación personal, un viaje de esperanza y un viaje espiritual, especialmente para conmemorar el milenario del nacimiento de Jesucristo; Benedicto XVI lo realizó como peregrino, para venerar los santos lugares y tratando de “contribuir a la paz no como individuo, sino en nombre de la Iglesia católica, de la Santa Sede” (Conferencia de prensa 8/05/2009). El papa Francisco, como los tres Obispos de Roma en su visita, se reunieron con miembros de las tres históricas religiones monoteístas (islam, judaísmo y cristianismo).
Acerca del conflicto en esa parte del mundo, San Pablo VI sin comprometerse, “no desea más que el verdadero bien de todos los hombres” y para los católicos, que viven en esa tierra, deseó continuaran “disfrutando en ella de los derechos y de las libertades que hoy se reconocen generalmente a todos”. (5/01/1964). El papa polaco comprobó que “En esta área del mundo existen graves y urgentes problemas que conciernen a la justicia, los derechos de los pueblos y de las naciones, que deben ser resueltos para el bien de todos los que se hallan implicados y como condición para una paz duradera. (20/03/2000, Aeropuerto Internacional Reina Alia de Ammán, Jordania). Recordó que “Nadie puede ignorar todo lo que el pueblo palestino ha debido sufrir en los últimos decenios” (Belén, 22/03/2000). El papa Benemérito quien viajó en un período muy delicado para Oriente Medio, solicitó reconocer “universalmente que el Estado de Israel tiene derecho a existir y a gozar de paz y seguridad en el interior de sus fronteras internacionalmente admitidas. Que se reconozca también que el pueblo palestino tiene derecho a una patria independiente y soberana, a vivir con dignidad y viajar libremente. Añoró la solución de dos Estados se convierta en realidad y no se quede en un sueño” (15/05) 2009). En cuanto a las relaciones entre cristianos y judíos; las llama “un `cosmos semántico` muy diverso, de modo que las mismas palabras en ambas partes significan cosas distintas; y con este uso de palabras que, en el curso de la historia han asumido significados diversos, nacen obviamente malentendidos”. Sobre la paz en esa tierra de tanta tradición religiosa, el papa Francisco siguiendo los pasos de sus antecesores, señaló sin ocultarlo que no se siente “competente para decir “Se haga esto o eso otro o aquello”, porque sería una locura por mi parte” (Rueda de prensa 26/05/14). Referente a las aspiraciones palestinas, la Santa Sede en 1984 reconoció el derecho natural del pueblo palestino a tener una patria. (Carta Apostólica Sobre la Ciudad de Jerusalén).
Es la tierra que Dios escogió para “poner su tienda” (Jn 1, 14; cf. Ex 40, 34-35; 1 R 8, 10-13).