Las nuevas amenazas apuntan a la candidata del Partido de la U, Leyla Ardila, quien aspira a convertirse en la próxima alcaldesa de Arauquita pero parece que no va a ser nada fácil, dado que ya comenzaron las amenazas en su contra por parte de un grupo armado ilegal.
“He recibido amenazas verbales y además han intimidado a mis líderes políticos y no hay derecho. Creo que las mujeres tenemos que tener espacios en todos los ámbitos y más en el político”, afirmó Ardila.
Según la Misión Electoral de Observación (MOE) en las últimas 5 semanas se han las acciones violentas en contra de los aspirantes a cargos públicos en el país se han intensificado y tienen como objetivos a los aspirantes por los partidos como la U, Cambio Radical y el Partido Liberal.
Así mismo, la MOE indicó que en los últimos días se han presentado asesinatos en contra de aspirantes a cargos públicos como ocurrió con los cuatro candidatos al Concejo del municipio de Versalles, en Valle del Cauca y otras regiones como Antioquia y Cauca.
El pasado fin de semana, el asesinato de 6 personas en Suárez, departamento del Cauca, puso de manifiesto los hechos de violencia que se vienen presentando en distintas regiones del país en contra de los aspirantes a renovar la política en las regiones donde más se ha perpetuado el conflicto armado de nuestro país.
El reciente y cruel asesinato de la aspirante por el Partido Liberal, Karina García, da muestra de los múltiples retos que deben afrontar aquellas personas que quieren generar cambios en la política nacional. García contaba con un esquema de seguridad asignado por la Unidad Nacional de Protección (UNP) sin embargo eso no fue suficiente para frenar el accionar de los violentos quienes en el ataque también asesinaron a los 3 escoltas con que la aspirante a la alcaldía de Suárez contaba.
Este caso deja ver las múltiples aristas que se viven en las regiones más apartadas y las influencias de los más poderosos para acabar con las nuevas ideas de cambio que proponen algunos candidatos, como fue el caso de García, a ello se suman los grupos alzados en armas que son quienes en últimas deciden qué candidatos gozan de su aval para hacer política en las distintas regiones, sobre todo en las regiones más apartadas del país en donde los violento se convierten en la ley y el orden que impera que decide sobre los avales políticos.