La oposición venezolana se encuentra en uno de los mas complicados momentos en su ejercicio de retomar el camino democrático del país ante las acciones represivas del régimen de Nicolás Maduro que lo mantienen en una constante tensión.
A pesar del apoyo irrestricto que la comunidad internacional ha brindado al presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó (y que quedó ratificado en la Asamblea de las Naciones Unidas con los fuertes discursos de Donald Trump, Mauricio Macri, Sebastian Piñera y Jair Bolsonaro contra el gobierno madurista), el régimen ha tenido un bálsamo para su causa con los acontecimientos que involucran al presidente de la Asamblea Nacional.
Un retorno inesperado

Ayer se oficializó el regreso de los chavistas al Parlamento, el cual no estuvo exento de la controversia y la discusión. Los oficialistas presentaron una moción de censura contra Juan Guaidó por el tema de las fotografías donde se le ve con presuntos integrantes del grupo paramilitar de ‘Los Rastrojos’ en territorio venezolano. La moción no prosperó ante la amplia diferencia de votos para aprobarse (en la sesión había 100 diputados de la oposición y solo 38 de los 55 representantes del Régimen).
De igual manera, los opositores contraatacaron asegurando que la mayoría de los diputados presentes de la tendencia socialista no podían estar ahí, dado que al ser integrado a la Constituyente, perdían su fuero parlamentario.
La respuesta de los gobiernistas fue presentar a discusión las propuestas estipuladas en el Pacto firmado con los grupos opositores minoritarios, que incluyen el llamado a elecciones parlamentarias el año entrante (sin la posibilidad de que la MUD participe, ante las múltiples inhabilidades que la justicia chavista les ha impuesto) y la reforma al Consejo Electoral, que incluye la designación de nuevos magistrados.
De viaje por Moscú

Mientras esto ocurría en Caracas, el mandatario Nicolas Maduro se reunía con su homologo ruso Vladimir Putin. De esta reunión salió un resultado que era más que conocido por el mundo: el apoyo irrestricto del jefe de gobierno del país eurasiático al gobernante de la nación bolivariana.
Aparte del bien sabido anuncio, Putin nuevamente llamó al diálogo con las fuerzas opositoras aduciendo que romper el diálogo es considerada “irracional, dañina para el país y constituiría una amenaza para el bienestar de la población”, según el dirigente ruso.
Así mismo, como un impulso a la imagen de Maduro, Putin anunció una paquete voluminoso de ayudas humanitarias compuesto de suministros agrícolas, un millón y medio de dosis de vacunas antigripales, el refuerzo de la cooperación limitar y la ampliación de las relaciones comerciales con la nación suramericana.
El ‘descache’ de Lilian

Para completar la desdicha de los opositores esta semana, la mala suerte le pasó un mal momento a Lilian Tintori, vocera opositora y esposa del dirigente político Leopoldo López (actualmente refugiado en la residencia del embajador español en Caracas), quien en medio de un evento del Foro Concordia, paralelo a la Asamblea de Naciones Unidas, afirmaba que la oposición recibía apoyo de grupos paramilitares, lo que posteriormente fue desmentido por la misma Tintori.
Este impase no fue pasado por alto por el oficialismo, que ha enfilado todo su discurso y el de sus líderes en sostenerse en la aparente confirmación de un supuesto plan militar orquestado por los Estados Unidos y los presidentes de Colombia, Chile, Argentina, Perú y Brasil, para ocasionar un golpe de estado contra Maduro, respaldado por grupos insurgentes, los cuales han sido desmentidos a ultranza por cada uno de los involucrados.