Por: Sonia Torres
Seguramente si a esta hora se asoma a la ventana más cercana podrá ver la Luna, aunque sea medio día. Este fenómeno es más común de lo que se imagina y se llama Luna de Día.
También es habitual que la Luna tenga diferente formas y posiciones, a estas variaciones visuales se les llama fases y cambian según la posición que tenga con respecto a la Tierra y el Sol: Luna Nueva, Luna Cuarto Creciente, Luna Llena y Luna Cuarto Menguante.
Las fases y la reflectividad son las que explican por qué se ve la Luna de día. La Luna no tiene luz propia al ser un satélite, pero sí refleja la del Sol, a ese fenómeno se le llama reflectividad, además su cercanía con la tierra permite que se pueda ver de día y de noche, dependiendo su posición.
La Luna Llena solo se ve de noche porque está opuesta al Sol y no alcanza a generar el fenómeno de la reflectividad, pero cuando se acerca la Luna Nueva está mucho más cerca del Sol y por lo tanto se verá mejor durante el día, y menos en la noche. Por su parte, el Cuarto Creciente se ve al atardecer y por la noche y el Cuarto Menguante al amanecer y por la mañana. Las mejores fechas para observar la Luna durante el día son durante la Luna Nueva y el Cuarto Menguante, solo si el cielo está despejado de nubes y permite ver los astros que van apareciendo en el firmamento a medida que se van dando las fases lunares.
Mauricio Giraldo, coordinador misional del planetario de Bogotá, licenciado en Matemáticas, especialista en Evaluación Educativa y máster en docencia de las Ciencias Naturales, nos da luces sobre el tema.