El descontento del primer mandatario de Estados Unidos obedece a que, en el país, se ha mantenido el aumento de hectáreas sembradas con hoja de coca. Para algunos expertos en temas políticos, el nuevo “jalón de orejas de Trump al Gobierno Duque”, se puede interpretar como el caballo de combate del estadounidense para hacerse reelegir como presidente.
Trump no ha descubierto nada nuevo, también en Colombia se observando con preocupación el aumento de cultivos ilícitos. De hecho, hay discusión fuerte sobre el tipo de erradicación que se debe hacer. En el año 2017 el país contaba con algo más de 200 mil hectáreas de hoja de coca sembradas, esto representó un aumento del 11% con respecto al año anterior, 2016, cuando se estimó que los cultivos de coca habían alcanzado las 188 mil hectáreas.
Las últimas declaraciones de Trump, en las que se señala que “el país poco o nada ha hecho para impedir que a Estados Unidos sigan entrando cargamentos de drogas”, ha puesto de nuevo el tema de los cultivos ilícitos en el debate nacional como, también, las políticas que, en materia de erradicación, Colombia debería implementar.
El Embajador de Estados Unidos en Colombia, Kevin Whitaker, dijo que “la lucha contra el narcotráfico en Colombia debe ser con fumigación, interdicción y acabando con los grupos criminales”.
Las declaraciones de Whitaker se dieron después de que su jefe Donald Trump, afirmara que “Colombia está enviando criminales a Estados Unidos y con la llegada de Iván Duque como primer mandatario de los colombianos, el negocio de las drogas ha crecido en un 50%”.
Una lucha regional
En el año 2012 se llevó a cabo la Cumbre de Río+20 en Brasil, en dicha cumbre el entonces presidente de Uruguay, José Pepe Mujica, afirmó en una entrevista para el diario O’Globo de Brasil que “alguien tiene que dar el primer paso”, refiriéndose a las políticas que, en materia de consumo de drogas como la marihuana, se venían adelantando en su país con el objetivo de legalizar el consumo.
Si bien las preocupaciones del gobierno Trump se enfocan en el aumento de cultivos de hoja de coca en Colombia, algunos países de la región han adelantado experimentos con otro tipo de cultivos como el de la hoja de marihuana.
Uruguay es uno de los países a nivel mundial y uno de los primeros en el continente en implementar políticas que regulan el cultivo y la comercialización de marihuana. Este enorme paso en materia de legalización de cultivos, ha abierto la posibilidad para que en América Latina los gobiernos replanteen sus estrategias frente a las maneras en las que se ha venido atacando el consumo.
“Timonazo de Colombia”
Colombia, que venía dando pequeños pasos en esa materia con la aprobación de la dosis mínima, reversó sus avances tras la llegada del Gobierno de Iván Duque, prohibiendo nuevamente el porte y consumo de sustancias estupefacientes.
Dentro de los argumentos que presentó el Gobierno de Iván Duque para acabar con la medida de la dosis mínima, está el de tener en cuenta los problemas que desde el punto de vista médico acarrea para los consumidores, algunas sustancias alucinógenas como la marihuana. Así mismo, con la medida se pretende supuestamente atacar también los problemas de microtráfico en el país.
Por otro lado, se han escuchado voces en contra de dicha medida y algunos expertos en el tema como el sociólogo, activista y experto en políticas de drogas, Julián Quintero, en una entrevista para Revista Semana, manifestó que “el prohibir y perseguir a los consumidores no funciona en Colombia desde hace 30 años, así mismo ratificó que con dicha medida estaríamos pareciéndonos a países como China o Filipinas, en donde el consumo de marihuana te puede llevar a pena de muerte”.
Desde 1994 la Corte Constitucional despenalizó la dosis mínima de drogas en el país.
En este artículo abordamos el tema desde el punto de vista médico, por eso decidimos consultara la doctora Pilar Acosta, para que nos ayude a entender las principales consecuencias que trae consigo el consumo de marihuana.
Mientras que para otros, como la epidemióloga Pilar Acosta, “Los efectos negativos que se observan en un consumidor van desde la pérdida de memoria, el lento aprendizaje y problemas de esquizofrenia. En mujeres embarazadas que consumen marihuana se presentan problemas durante esta etapa, así como también en el recién nacido”.
El debate sigue abierto desde lo médico, lo político y moral, y la carrera presidencial en el país del norte apenas comienza. Mientras que aquí aún no se decide cómo hacer frente a todo.