El papa Emérito, desde el 28 de febrero de 2013 cuando marcó un hito histórico al retirarse del pontificado, vive con los demás miembros de su familia en El Monasterio ‘Mater Ecclesiae’, vecino de Radio Vaticana.
El transcurrir del “Papa emérito” se resume en la vida contemplativa y oración, como lo señaló en su último discurso del 28 de febrero de 2013, “continuaré estando cerca de vosotros con la oración”.
En ocasiones especiales almuerza en Santa Marta con Francisco, a quien el cardenal Ratzinger prometió su “incondicional reverencia y obediencia”. En las fiestas de cumpleaños de su familia, suele participar la banda musical de la Guardia Suiza pontificia; o un concierto, en el que alternan dos pianistas, un tenor y un violinista. Las actividades sociales no agrupan más de 40 invitados.
Hace 6 años quedaron en el pasado de Benedicto XIV celebraciones, compromisos, citas, viajes en Italia, viajes internacionales.
Cuando Joseph Ratzinger, inició el papado el sábado santo 19 de abril de 2005, contaba con 78 años de edad, consideraba que su tarea de teólogo y sacerdote había llegado a la cúspide. Fue ordenado sacerdote a los 24 años, nació y fue bautizado un sábado santo. No pasaba por su imaginación, como él mismo lo expresa que “por decirlo así, la guillotina caería sobre mí”. Relata que, con profunda convicción, dijo al Señor: “¡No me hagas esto! Tienes personas más jóvenes y mejores, que pueden afrontar esta gran tarea con un entusiasmo y una fuerza totalmente diferentes”. En él primó la palabra que Jesús dirigió a Pedro a orillas del lago de Genesaret.
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Su legado pontificio entre otros documentos eclesiales, destacan las tres Encíclicas; Deus caritas, Spe salvi y Caritas in veritate.
El ministerio petrino lo llevó a viajes apostólicos a Asia, Europa, EE.UU, Australia y América central. Total, fueron 25 viajes internacionales durante su pastorado.
Su primer viaje internacional como pontífice de Roma fue coincidencialmente a su patria, en Colonia, en la XX JMJ. Su último viaje fuera de Italia fue a México y Cuba en 2012.
Premonitoriamente en esa isla, Benedicto XVI dijo. “Concluyo aquí mi peregrinación, pero continuaré rezando fervientemente”.
Cuando Benedicto XVI se retiró al monte a orar y dejó vacante la silla papal, tenía 86 años de edad y le faltaban 52 días para cumplir los 8 años de pontificado. En medios del Vaticano se afirma que Juan Pablo II y Francisco “no pudieron ser lo que fueron y sin la presencia fuerte y discreta de Ratzinger”.
En el viaje de regreso a Roma después de visitar Emiratos Árabes, Francisco reveló que ”El Papa Benedicto tuvo la valentía de disolver una congregación de cierto nivel, porque allí había una forma de manipulación de las mujeres, hasta una manipulación sexual”.
“Sobre el Papa Benedicto quiero destacar que es un hombre que tuvo el valor de hacer tantas cosas sobre esto. Lo que se dice acerca del Papa Benedicto lo hace ver como muy bueno, sí, porque es bueno, bueno, un pedazo de pan es más malo que él, ¡es bueno!”, dijo el papa argentino.