La víctima más reciente fue el médico tradicional del Resguardo Indígena Tacueyó, Enrique Guegia, en la vereda La Luz, en Toribío Cauca.
El departamento del Cauca, se ha convertido en uno de los más violentos para líderes y defensores de derechos humanos, y en lo corrido del año, se han registrado 67 asesinatos de líderes sociales, seguido de Antioquia con 44, y el departamento de Nariño con 25 casos.
Los hechos de violencia en contra de líderes sociales, son reiterativos. El Gobierno Nacional sale ante los medios de información para repudiar los hechos, pero las medidas no pasan de alli.
El panorama se agrava aún más, cuando no se cuenta con capturas que brinden pistas de los autores de dichos asesinatos. En lo corrido del año las víctimas ya superan más 600 líderes sociales asesinados, aún así no se ha podido avanzar en las investigaciones que permitan el esclarecimiento de los hechos.
La situación es preocupante para todos los líderes sociales del país, más aún cuando desde el Gobierno se ha dicho no contar con los recursos económicos para la protección de todos. Pero se agrava un poco más para los líderes sociales indígenas , que en la mayoría de los casos trabajan en comunidades apartadas, en donde no hace presencia del Estado, convirtiéndose en la única ley los grupos armados ilegales, los mimos que atentan contra la integridad de las comunidades.
En un informe presentado por el Instituto Colombiano de Medicina Legal, se corroboró que los defensores sociales que más se asesinan en Colombia se encuentran los campesinos comunales, seguido de indígenas, y de los líderes de sustitución de tierras.
El panorama para los líderes sociales en materia de seguridad no es para nada alentador, más aún cuando no se cuenta con la protección del Estado.