Soacha es el municipio más sobrepoblado del departamento y el sexto del territorio nacional, con una población aproximada de 1 millón doscientas mil personas.
Según un informe de la administración municipal de abril de 2020, son cerca de 126 mil familias las que se encuentran entre los estratos 0, 1 y 2, 56 mil son desplazadas, 30 mil son ciudadanos extranjeros y más de 8 mil residentes están en condición de discapacidad.
El DANE solo reconoce un promedio de 750 mil habitantes en el territorio, de los cuales 106 mil viven en condición de pobreza y no cuentan con servicios de salud, educación, trabajo, o seguridad social.
Así mismo, 3,6 millones de personas en Colombia entraron en situación de pobreza debido a la pandemia por coronavirus, y ahora hay 21 millones de personas pobres a nivel nacional según un informe de DANE presentado el 29 de abril del 2021.
Residentes desplazados
Berta Nery Guzmán y Edgar Collazos, viven hace 14 años en la Comuna Cuatro de Soacha, luego de ser desplazados por grupos armados del Tambo Cauca en el 2007.
Actualmente viven en situación de pobreza, no cuentan con los recursos económicos necesarios para subsistir, sin embargo, afirman que gracias al reciclaje, en ocasiones pueden solventar las necesidades del hogar.
Viven en una casa arrendada en la que pagan, aproximadamente, 250 mil pesos cada mes con los servicios básicos de agua, luz y gas, no obstante, su situación es complicada en estos días debido al inclemente clima, el señor Collazos afirma que cuando llueve con fuerza su cuarto de 3×3 metros se inunda, “Lo único que me acompaña es mi cama, mis chécheres, un comedor y un televisor que es mas viejo que yo”, señala entre carcajadas.
En sus paredes se pueden ver figuras religiosas y fotos de cuando eran jóvenes, su cocina es una pequeña improvisación en el patio que cuenta con una estufa, varias ollas y uno que otro plato.
“Mi esposa tiene 75 años y yo 68 años, por ser personas de tercera edad no nos ocupan para absolutamente nada, el único apoyo que recibimos es el de los 160 mil pesos mensuales que el Estado nos provee para pagar los servicios el arriendo y alimentación, (…) a veces nos vemos a gatas para alimentarnos, comer carne o pollo en estos días es un lujo, la plata no da abasto para más, rara vez comemos tres veces al día y solo podemos comprar arroz, huevo, plátano y papas”, afirma la pareja.
Gracias a sus vecinos y a las buenas amistades, en muchas ocasiones pueden contar con alimento para su hogar, no obstante piden encarecidamente más apoyo ya que dependen el uno del otro.