Por: Laura Bermúdez y Tatiana Bahamón
Para el mes de febrero el DANE reportó en la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH), que la tasa de desempleo fue de 15,9%, lo cual significó un aumento de 3,7 puntos porcentuales frente al mes de febrero de 2020.
Esto está pasando en Colombia
Antes y después de la llegada del Covid-19 al país, empresarios y el Gobierno Nacional venían dialogando sobre algunos cambios en las normativas que conciernen a la regulación del mercado laboral.
Uno de esos cambios se dio el pasado 27 de agosto de 2020, cuando el Gobierno Nacional expidió el decreto 1174, en el que se reglamenta el Piso de Protección Social para las personas que devengan menos de una Salario Mínimo Mensual Legal Vigente (SMMLV) que será administrado por Colpensiones. Mediante este, según lo señaló el Gobierno, se busca garantizar una mejora y una protección social como lo es la salud a través del Régimen Subsidiado del Sistema de Seguridad Social de Salud, el Servicio Social Complementario de Beneficios Económicos y Periódicos (BEPS) como mecanismo de protección a la vejez y por último, el seguro inclusivo que ampara al trabajador de los riesgos derivados de la actividad laboral y de las enfermedades cubiertas por BEPS. Este decreto creado en el Plan Nacional de Desarrollo, generó gran desconcierto en las centrales obreras, pues afianzaron que se trataba de una reforma laboral, aunque el Ministro de Trabajo Ángel Custodio Cabrera lo desmintiera.
Ante esto, en entrevista con Percy Oyola, presidente de la Confederación General del Trabajo (CGT) dejó ver su inconformismo con este decreto, asegurando que este permitirá la contratación por horas.
Al permitir que ese trabajo sea remunerado de manera inferior al SMMLV y que los trabajadores vinculados a través de esta modalidad no coticen para pensiones sino que sean partícipes de los ahorros voluntarios mediante los BEPS, que para nada son parte del sistema de pensión, y lo que corresponde es cambiar la pensión por un auxilio, eso es lo que el gobierno denomina un piso mínimo de seguridad social que nosotros consideramos más bien un piso subterráneo de seguridad social y que está por debajo de los estándares de la Organización Internacional del Trabajo, eso es precarizar el trabajo
Agrega el presidente de la CGT.
Cabe resaltar que este decreto, según lo expuso el Ministerio de Trabajo, no se trata de una modalidad contractual para reformar la legislación laboral. Ante esto, Mauricio Torres, consultor y abogado laboral, aseguró que por el momento no hay una reforma laboral y que lo más probable es que se empiece a discutir sobre este tema cuando se concluya la reforma tributaria, sin embargo, considera que en caso de realizarse traería algo positivo
Yo creo que sería para bien porque realmente el problema es que cada vez hay menos trabajadores y más gente informal, se necesita una reforma laboral que genere empleo, genere propuestas para la gente que no tiene un trabajo, pero además, que dé respuestas de cómo se manejará el seguro de desempleo y el sistema de trabajadores independientes
Concluye el experto
Es evidente que uno de los problemas que está presentando la economía colombiana en materia de estructura son alarmantes. Fedesarrollo dio a conocer que algunos de ellos radica en: la deficiente focalización del gasto público en subsidios, una informalidad del 60% del total de ocupados y una cobertura pensional que es de apenas el 25% de los adultos mayores en edad de pensión.
A raíz de esta situación, Fedesarrollo llevó a cabo la propuesta de reformas integrales ‘Reformas para una Colombia post-covid-19. Hacia un nuevo contrato social’ y en ella, en lo que concierne al mercado laboral, plantean algunos ajustes que resultan significativos para aumentar la formalidad. Algunos de ellos son:
- Realizar un cambio en los aportes de salud de los trabajadores. La propuesta consiste en introducir una tasa progresiva de aportes a salud a cargo del trabajador, que sería de 0% para los ocupados con remuneración de hasta un salario mínimo, sean asalariados o independientes, y que aumentaría gradualmente hasta cerca del 9% para ocupados con ingresos de 25 salarios mínimos o más.
- Introducir una tasa progresiva de aportes a cajas de compensación por parte de las empresas, que sería de 0% para los empleados de un salario mínimo y que aumentaría gradualmente hasta cerca del 5% para empleados con ingresos de 25 salarios mínimos o más. Un punto de esta contribución a cajas de compensación será usado para financiar un seguro de desempleo no contributivo, que entregará tres líneas de pobreza extrema ($412.000) hasta por seis meses a trabajadores entre 1 y 1,5 salarios mínimos. Parte de los ahorros para el empleador se trasladarían a los trabajadores a través de la creación de un auxilio de solidaridad equivalente al 4% de un salario mínimo para trabajadores que devengan hasta dos salarios mínimos.
Hasta el momento esta es solo una propuesta en materia laboral realizada por Fedesarrollo que, de ser aprobada, implicaría un aumento de hasta 118.108 del salario disponible para un trabajador que gana un SMMLV, así como una disminución en el costo para la empresa de hasta 127.193, lo que estimularía la generación del empleo formal.