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Sin excusas por favor

Colombia genera 12 millones de toneladas de basura al años, y en promedio se consumen 24 kilos de plástico por persona.

Por: Santiago López Ortega

Ya han pasado 6 años desde que el joven holandés Boyan Slat de 25 años, empezó a reducir los residuos plásticos que llegan al mar con su proyecto The Ocean CleanUp, que comenzó con la gran mancha de plástico del pacífico; se calcula que estos desechos llegarían a un total de ochocientas mil toneladas, que además mide 1,6 millones de kilómetros cuadrados (una dimensión tres veces más grande que Francia).

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El proyecto se propone reducir en un 50% esta isla de basura en un lapso de 5 años y en el 2040 reducir en un 90% la contaminación plástica de los océanos; hago énfasis en, porque nosotros no ayudamos en esta causa, si no como villanos de esta historia solo hacemos que se vuelva más difícil de completar. Por ejemplo, en Colombia se producen en total 12 millones de toneladas de basura al año y solo se recicla un 17% (un aproximado de dos millones de toneladas) y si hablamos de Estados Unidos, más específicamente en California, se generan diariamente 2.823 toneladas; por lo anterior, hay que mencionar que cada año en el mundo 8 millones de toneladas de basura plástica son arrojadas al mar; según estudios publicados por el programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente en el 2050 (si es que llegamos) habrá más plástico que peces en el mar.

Aunque al principio la noticia que un joven emprendedor quiere ayudar al mundo parece esperanzadora, hay que poner por delante la realidad y es que a veces no somos conscientes de la cantidad de bolsas innecesarias que tenemos, muchas veces por la pereza de llevar una bolsa de leche o de pan, que ahora se venden empacado, por otra bolsa de polipropileno. Pedimos una bolsa con manija, para hacer más cómodo el viaje y al llegar a nuestro destino, las botamos o las guardamos para “usarlas” en una futura ocasión, aunque esa futura ocasión a veces no llegue, y lo que se genere sea un ciclo de acumulación en el cajón de las bolsas, olvidándonos de utilizarlas hasta que al final hay tantas bolsas que optamos por botarlas. Además de la pereza, está la típica excusa de “es que no tengo en qué llevar las cosas para mi casa”. Aquí me permito recordarles que hace unos años se inventaron las bolsas de tela, prácticas bolsas que son reutilizables, resistentes, económicas y fáciles de cargar, que se pueden doblar de manera sencilla para que las personas las carguen cada vez que vayan a hacer las compras.

Hago referencia a las bolsas plásticas porque es la forma más fácil de ayudar; además las empresas no se las idean de ninguna forma para disminuir la cantidad de productos plásticos que crean, y nosotros no pensamos en separarlos para reciclar (porque las canecas de reciclaje, dedicadas a los plásticos, se prestan para cualquier otro tipo de residuo), y  con solo reducir el uso de las bolsas plásticas podríamos ayudar a reducir este cáncer que afecta a nuestro planeta y a nosotros. En este año se están utilizando cada vez más bolsas plásticas, tanto que la producción de este producto alcanzó las 60 mil toneladas en 2019: imaginemos que en este año ese número puede aumentar, porque durante la pandemia el uso de bolsas de un solo uso se transformó, por la idea que tenemos que de esta forma nos cuidamos del peligroso COVID-19.

| Nota del editor *

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