Vivo en un país donde los prejuicios nos están matando a todos y las verdades a medias están jodiendo causas justas y necesarias. Es esta la primera frase de la columna de opinión publicada por El Espectador el 14 de febrero, con la firma de Mar Candela Castilla, directora de Feminismo Artesanal.
En efecto, y sin duda, despojarnos de los prejuicios que concluyen en opiniones, señalamientos, y juicios sin la suficiente profundidad y conocimiento, nos llevaría también hacia los senderos de la libertad.
El impresentable, es el título de la columna en la que Mar Candela presenta al abogado Augusto Ocampo, quien a su vez le pidió que no lo presente públicamente como parte de Feminismo Artesanal para no empañar mi causa, ni mi nombre, ni mi esfuerzo, ni mis logros. Para que la carga social que lleva por ser exguerrillero del M-19, y un petrista por convicción no enlodara mis pasos, anota Candela.
Mar Candela escribe para El Espectador, Publimetro, y lo hará en un nuevo portal de próxima aparición. En la columna que hoy comentamos, dice también:
Debo decir que en muchas cosas somos pensamientos opuestos; no obstante, nos une el pensamiento más poderoso de todos. El pensamiento de la justicia social y el amor por la esperanza de un país mejor.
Alrededor de este tema, y enfatizando denuncias que ha hecho Augusto Ocampo, giró la sección de opinión de En medio del trancón este viernes, con participación de estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Comunicación.
Un diálogo en el que se enfatiza la importancia de aumentar la reflexión para mirar mucho más allá de la primera impresión, o de aquellas que surgen por tendencias políticas, maneras de ser, tendencias que se salen del común y corriente. Ser exguerrillero en este país conservador, y pronunciar en voz alta lo que no es aceptado por las grandes mayorías, no es ni malo ni descartable per se.