“El debate sobre el papel de los medios en las coyunturas nacionales hay que darlo todos los días. No se trata, faltaba más, de aceptar sumisamente lo que diga el periodismo nacional sobre las cosas que ocurren. No. Se trata de hacer debates serios (…) basados en la evidencia y en los matices. No es cierto que todos los periodistas colombianos con “enmermelados”, vendidos y tramposos. Sé, porque los veo trabajar, que aquellos bandidos son la excepción y no la regla“.
Este es un aparte de la nota compartida hoy en el espacio de opinión del programa matutino, En medio del trancón. La columna de Jorge Eduardo Espinosa, publicada por el periódico El Espectador, bajo el título de Reivindicación del periodismo.
Un tema sobre el que el diálogo es interminable, y más aún con estudiantes de periodismo, a quienes se invita de manera constante al cambio y a la cualificación, que se hace sobre todo con reflexión y consciencia. Porque el Oficio más lindo del mundo deja de serlo cuando se basa en la inclinación ante los imaginarios de poder, los amiguismos, y peor aún, las prebendas.
Horror de la cultura occidental. Pero desde Uniminuto buscamos egresados con ética, además de capacidad de análisis, y consciencia generalizada. A lo que suma el buen hablar, la excelente escritura, la ortografía casi perfecta, y la gramática igual.
Y, como si fuera poco o insuficiente, a sabiendas de la importancia de un titular preciso, sin zancadillas para enfatizar ideas personales o denigrar de quienes no consideramos desde la subjetividad, personas idóneas y, mucho más cuando se avecina la campaña electoral para la presidencia de un país en uno de los momentos coyunturales de mayor importancia a mediano futuro.