Por: Sí Jarvi Effer Rivera
De acuerdo con los más recientes sondeos en Bogotá, ese problema sería la inseguridad, pero no solo la inseguridad como idea general, sino la inseguridad en el sistema de transporte masivo, en concreto el Transporte de Tercer Milenio Transmilenio S.A. Tan solo para hacernos una idea del nivel de inseguridad en la ciudad, un informe publicado por Numbeo en 2019, ubica a Bogotá entre las 60 ciudades más peligrosas del mundo con 60,85 puntos.
Transmilenio S.A, es el sistema de transporte masivo más usado de la ciudad, que al día movilizan cerca de la mitad de sus habitantes. La situación se vuelve preocupante para todos, en especial para ciertos grupos poblacionales que son más vulnerables ante este tipo de hechos, como las mujeres.
En el Proyecto de Acuerdo 468 de 2021 del Concejo de Bogotá, aparecen una serie de datos que ayudan a una visión más amplia del tema en cuestión: según este acuerdo, con base en información entregada por la Policía Nacional, durante enero a febrero de 2020, se llevaron a cabo 1.566 hurtos a personas en alimentadores y buses del servicio, con un promedio mensual de 783 hurtos, de los cuales 237 se realizaron con arma blanca o corto punzante.
El mismo documento presenta los resultados de una encuesta que indica que de los lugares públicos donde las personas más inseguras se sienten, el transporte público es el segundo, con 42,9 por ciento, según la Encuesta de Convivencia y seguridad del DANE de 2018.
Virginia Terán, es una mujer de 64 años que, según afirma, poco utiliza el sistema de transporte masivo, pues no trabaja y no se ve en esa obligación. Sin embargo, cuenta que a principios del presente año se vio en la necesidad de usarlo para ir a una cita médica con una de sus hijas. Esta decisión la dejó pensativa por su condición de mujer mayor, con poca capacidad de movilidad, y que debe recurrir a la silla de ruedas para movilizarse. El hecho es que, una vez en su casa, creía que todo había salido excelente, y que sus preocupaciones a lo mejor habían sido un poco exageradas. Sin embargo, cuando buscó su celular en el bolsillo de su pantalón, donde lo guardara al entrar al bus, se percató que ya no estaba: “Por un momento pensé que se me había caído, o alguna cosa así, pero después me puse a echarle mente y recordé que por un momento había sentido muchos roces en mi pierna, pero como el bus estaba tan lleno no se me hizo raro”, afirma doña Virginia.
Algo parecido le sucedió a María Carillo, que también asegura haber perdido su celular en un bus del sistema. “Me encontraba con una amiga, acababa de tomar el bus en la Avenida Jiménez, no pasaron ni cinco minutos, y cuando iba a agarrar mi celular del bolsillo de atrás para ponérmelo en la cintura, me di cuenta de que ya no estaba”, asegura.
Tanto Virginia como María fueron víctimas de la modalidad insignia de robo de los amigos de lo ajeno: el cosquilleo. De acuerdo con la Personería de Bogotá, en un informe de 2023, el cosquilleo se encuentra a la cabeza del escalafón de las modalidades preferidas de los delincuentes con un 66 por ciento, que se caracteriza por su sigilo, y por no emplear ni armas ni fuerza, y las personas que la practican son reconocidas por tener manos de seda, que evita que las víctimas en la mayoría de los casos se percaten del hurto.
Virginia y María son dos de las muchas mujeres que a diario viven esta situación en el transporte, que no es la más preocupante. Según el mismo Proyecto de Acuerdo 468, de cada 100 mujeres que utilizan Transmilenio S.A, 37 han reportado un contacto sexual indeseado, hecho que recuerda las palabras de Thomson Reuters durante el Foro Económico Mundial de 2016: “el Sistema de Transporte Público de Bogotá es el medio de transporte más inseguro en el mundo para las mujeres”, documento que se apoya en las cifras de una encuesta donde de 6.650 mujeres encuestadas, el 60 por ciento se sienten inseguras en el transporte de la ciudad.
No hay dudas de que la inseguridad es un problema para el que la ciudadanía pide solución a gritos, más aún cuando los hurtos dentro de Transmilenio S.A han presentado un aumento del 135 por ciento, de acuerdo con un informe de la Secretaría de Seguridad. Entre los requerimientos más frecuentes que le hacen los ciudadanos al próximo alcalde de la ciudad, está mejorar la seguridad.
En una encuesta realizada por la firma Invamer para Caracol Televisión, Blu Radio y el Espectador entre el 22 y el 27 de agosto del presente año, ante la pregunta: ¿Cuáles de los problemas que actualmente presenta la ciudad le gustaría que el próximo alcalde de Bogotá solucione? El 79,4 por ciento votó por la seguridad frente al 24,3 que obtuvo la movilidad. Ante estos resultados está claro que el próximo mandatario tiene la responsabilidad con la ciudadanía de enfocar su gestión en resolver los problemas de inseguridad que agobian a la capital.