La libertad es un derecho, y no debe estar sujeto al poder que ejercen los delincuentes que se creen con autoridad sobre la vida de los demás, que por diferentes circunstancias son víctimas de la trata de personas. La esclavitud en pleno siglo XXI debe acabar.
La trata de personas es un delito atroz, y en éste se puede encontrar inmerso cualquier tipo de ser humano, no importa la condición o clase social, y sin discriminar si sea hombre o mujer, incluso menores de edad, que es algo realmente abominable, ello abarca la explotación sexual, y mendicidad laboral, entre otros aspectos.
China, ubicada en Asia Oriental, es el país más poblado del mundo, y también se encuentra en el primer lugar de trata de personas, donde seres humanos incautos son engañados para ir a ese país a encontrar una forma de empleo, y al arribar son amenazados e intimidados quitándoles sus documentos para ser obligados a trabajar de maneras aberrantes.
Hoy en día, las redes sociales juegan un papel muy importante, por allí se tiene y se ha tenido un alto porcentaje de personas engañadas, y por ello, es preciso realizar un llamado a dar un uso adecuado de estos medios para no caer en acto que a larga puede muy lamentable.
Sebastián Arévalo, es un profesional que estudió política en relaciones internacionales, y ha trabajado en contra de la trata de personas, y señaló en los micrófonos de Hora Ciudad, que sin duda alguna la guerra ha jugado un papel importante, ya que el reclutamiento por parte de los grupos armados es una forma de vulnerar los derechos de las personas, de traer escases de oportunidades y la menos educación, siendo estos solo unos de los factores que afectan.
Ante esta situación, como ya se mencionaba, toda persona es vulnerable, ya que cada vez existen más modalidades de persecución, como lo es el ciberacoso que guarda una relación estrecha con el delito ya señalado. Es así, como el ciberacoso utiliza los medios de comunicación digitales para acosar a una persona o grupo de personas, mediante ataques personales, por eso también es momento de estar alerta para poder prevenir este tipo de circunstancias.
El autocuidado, la presión de grupos al margen de la ley, y la identificación de escenarios, y además asesorarse con las entidades que correspondan según sea el caso, con el ministerio de trabajo, el ministerio de educación, etc., pueden mitigar de alguna forma los riesgos, lo cual es fundamental para no caer en la redes de delincuentes.
Redactado por: Juan Gabriel Quevedo